El ‘Crack del 29′: el impacto económico y las crisis que detuvieron la Copa América
La Copa América se detuvo abruptamente entre 1929 y 1934 debido al devastador impacto económico de la Gran Depresión, conocida como el “Crack del 29″. 04 de junio, 2024 | 10:17 p.m.Luego de la fiesta, el colorido, la batucada, los gritos, cantos y apoyos en 12 ediciones de Copa América, el torneo de futbol más importante del continente se detuvo abruptamente entre 1929 a 1934. La causa principal detrás de esta interrupción no fue otra que el devastador impacto económico de la Gran Depresión, conocida como el “Crack del 29″.
El colapso del mercado de valores en aquel año marcó un evento catastrófico en la historia financiera de Estados Unidos. Su impacto devastador, su extensión a nivel mundial y las consecuencias duraderas que acarreó desencadenaron pobreza, desempleo, hambre y más.
¿En qué afectó el ‘Crack del 29?
El “Crack del 29″ sumió al mundo en una profunda crisis económica, afectando a todas las industrias y sectores, incluido el deporte. Las federaciones sudamericanas de futbol se vieron gravemente afectadas por la situación financiera precaria, lo que dificultó la organización y financiación de eventos deportivos como la Copa América.
Cuando el torneo comenzaba a alcanzar su fama internacional, pese a la poca divulgación de aquella época, a nivel regional se hablaba de los goles, las figuras y las selecciones. Lamentablemente, los conflictos financieros y las guerrillas interrumpieron la Copa América.
Eduardo Galeano, el escritor uruguayo, decía: “en el futbol, ritual sublimación de la guerra, once hombres de pantalón corto son la espada del barrio, la ciudad o la nación”. Tal parecía que las crisis fronterizas le hacían eco a esta frase.
Incertidumbre económica y política
Durante estos años de incertidumbre económica y política, las federaciones sudamericanas se vieron obligadas a priorizar otras necesidades sobre la organización de la Copa América, lo que resultó en la lamentable cancelación del torneo durante ese período.
Además, como antes habíamos mencionado, las disputas territoriales y problemas fronterizos, como la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia, las tensiones entre Perú y Colombia por la región amazónica, y las disputas entre Chile y Argentina en la Patagonia y Tierra del Fuego, también contribuyeron a la inestabilidad regional, afectando las relaciones entre los países involucrados y generando tensiones geopolíticas en la región.
¿Qué pasó en Sudamérica en los años treinta?
Una de los conflictos más recordados son: la Guerra del Chaco (1932-1935), fue una guerra entre Paraguay y Bolivia por el control del territorio del Chaco Boreal, una región rica en recursos naturales, como el petróleo. La disputa territorial se intensificó durante este período y eventualmente desencadenó un conflicto armado que duró tres años.
Y no era el único, Perú y Colombia también se enfrentaron. Ambos países estuvieron involucrados en disputas territoriales en la región de la Amazonía. La demarcación de la frontera entre los dos países no estaba claramente definida, lo que llevó a tensiones y conflictos intermitentes.
Chile y Argentina no se quedaron atrás. Las disputas territoriales en la región de la Patagonia y Tierra del Fuego continuaron siendo una fuente de tensión entre los dos países. Estas disputas territoriales y problemas fronterizos contribuyeron a la inestabilidad regional en América del Sur durante los años entre 1929 y 1935 que ocasionaron que la magia y la pasión en los estadios se apagara por conflictos bélicos.
La luz de la Copa América se apagó cinco años
El “Crack del 29″ no solo tuvo consecuencias económicas devastadoras a nivel mundial, sino que también dejó su huella en el mundo del deporte, interrumpiendo eventos deportivos importantes como la Copa América.
Aunque la Copa América se reanudó más tarde, estos años perdidos sirven como un recordatorio del poderoso impacto que los eventos económicos pueden tener en el mundo del deporte, así como de las tensiones geopolíticas que pueden afectar la estabilidad de la región sudamericana. Eduardo Galeano lo resumió perfectamente: “No hay nada menos vacío que un estadio vacío. No hay nada menos mudo que las gradas sin nadie”.