Hace una semana, el famoso reveló que su papá estaba "muy grave en el hospital" y se dio a conocer que se encontraba internado en un nosocomio de Tabasco.
"Papá querido, mi guerrero, mi maestro, mi compañero y amigo, ya estás en brazos del Padre […] Solo puedo agradecer al Señor que me haya bendecido de tal modo al tenerte como padre. José Jesús Verástegui Treviño, MI PAPÁ, acaba de partir a sus 72 años. ", publicó en su cuenta de Instagram el actor.
| Instagram @eduardoverastegui
¿Cómo se despidió Eduardo Verástegui de su padre en redes sociales?
En su publicación, el también activista agregó que la partida de su papá, quien tenía 72 años, lo llena de dolor; sin embargo, también lo llena de paz, al saber que "que mamá María" le "está abriendo las puertas del cielo".
Eduardo Verástegui agregó que recordará a su padre como un hombre trabajador, incansable y fuerte, siempre honesto y que nunca se rindió ante nada.
Aunque lo que más estará presente en su mente, serán sus "manos apretadas al rosario todos estos días" y su "amor interminable de padre, esposo, abuelo y amigo".
Por otra parte, en su emotivo mensaje, el actor le agradeció las enseñanzas que a lo largo le su vida le dejó. "Gracias, papá, por marcarnos el camino a seguir, a mi mamá, a tus hermanos, a tus hijos, a tus nietos y a tus sobrinos. Te amo", agregó.
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Verástegui también compartió con sus seguidores que su padre murió rezando el rosario con él, aunque lamentablemente no lo terminó.
"Te fuiste en la forma en que le he pedido siempre al Señor, que quisiera irme también: rezando el rosario. Me acompañaste hasta terminar el 5to misterio y descansaste. Gracias, Dios querido, por ese don. Hasta cada rosario, papá", escribió.
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Al final de su publicación, Verástegui, de 46 años, citó una oración de San Agustín, la cual, a su parecer, su padre le diría en estos momentos.
“No llores si me amas. Si conocieras el don de Dios y lo que es el cielo, si pudieras oír el cántico de los ángeles y verme en medio de ellos, si por un instante pudieras contemplar como yo la belleza ante la cual todas las bellezas palidecen. Créeme, cuando la muerte venga a romper las ligaduras, como ha roto las que a mí me encadenaban; cuando llegue el día que Dios conoce y tu alma venga a este cielo en que te ha precedido la mía, volverás a verme", terminó Eduardo Verástegui.
