Es domingo en el que nadie cocina en casa. Las opciones para quitar el hambre son muchas, pero el brillo del cazo de bronce que mantiene jugoso y calientito a aquel pobre cerdo que murió para acabar en un taco ha ganado. Es día de carnitas, pero, ¿Acaso no fue Hernán Cortés el primer en llevarse un mordisco de este platillo?
La comida mexicana es una deliciosa fusión entre ingredientes nativos del continente americano y el europeo. Sin el puerco traído por los españoles, Michoacán no podría presumir ser estandarte de esta delicia culinaria. Pero como muchas veces sucede, adoptamos lo que conocemos con impetuosa normalidad, sin preguntarnos su origen.
El debate sobre este platillo es amplio. Un taco ha puesto a debatir a historiadores, cronistas y todo aquel que quiera rastrear el origen de este manjar. Algunos dicen que fue el conquistador el primero en llevarse a la boca una tortilla que abrazaba con calor a la carnita de puerca, mientras que otros acusan que es una imprecisión histórica.
¿Hernán Cortés fue el primero en comer un taco de carnitas?
Un 13 de agosto de 1521 la gran México-Tenochtitlán sucumbió ante el asedio español. Los europeos habían conquistado al imperio más importante de la región y claro que para celebrar no iban a escatimar en recursos.
En el libro Cocina Mexicana, Historia Gastronómica de la Ciudad de México, de Salvador Novo, el historiador explica en su página 27 que cuando los españoles se supieron triunfadores, optaron por armar un banquete en Coyoacán. Entre los platillos destacaron el "cerdo y vino; carnitas en taco con tortillas calientes".
Da a entender que como seguramente no había llegado el trigo a lo que ahora es la capital mexicana, Cortés optó por el maíz para armarse un taco lleno de cerdo cocido en su propia manteca.
Incluso Bernal Díaz del Castillo explica que en efecto hubo un banquete con cerdo y vinos, pero sin hacer mención a las carnitas. Esto porque otras voces aseguran que el platillo nació hasta que el virreinato estaba consumado y decir que en la conquista inició el taco de carnitas de las manos de Hernán Cortés es una imprecisión histórica.
