Esta es la exhacienda de la CDMX donde “nació” el Cine de Oro

El año de 1936 marcó el inicio del Cine de Oro mexicano, con una película dirigida por Fernando de Fuentes, cineasta nacido en Veracruz.

¿Cuál fue la primera película del Cine de Oro?

Carlos Monsiváis consideraba a la cinta "Allá en el Rancho Grande", protagonizada por Federico Guizar, Emma Roldán, Esther Fernández y René Cardona, como la primera de la época dorada del cine mexicano.

De acuerdo con el escritor, dicho filme "marcó el inicio de la industria cinematográfica de México, no solo por la calidad de la historia, sino por el éxito económico".

También señaló que, a partir de la película, "ya inventariados los escenarios, las miradas de amor, los sonidos, el público se somete a los chantajes sentimentales y a la escasez de recursos […] y surge conquistador y repetitivo, el México de charros, rumberas y familias que felices o desdichadas son idénticas".

Algunas de las escenas de "Allá en el Rancho Grande" fueron filmadas en la exhacienda El Rosario de la alcaldía Acapotzalco, Ciudad de México (CDMX).

Dicho lugar fue una de las primeras haciendas construidas en la capital del país en la época virreinal; fue fundada por el beato Sebastián de Aparicio, en 1550, por lo que le dio su nombre.

En el siglo XVII, la hacienda se convirtió en una importante zona comercial de la Ciudad de México. En 1899 fue comprada a su dueño original y cambió su nombre a Hacienda El Rosario; además, se instaló la Mexican Car and Foundy Co.

En 1923, se construyó en parte del terreno la lechería “El Rosario”, que laboró hasta1980. En 1935, dentro de la propia hacienda, se filmó la película “Allá en el Rancho Grande”.

Actualmente en el terreno que pertenecía a la hacienda exhacienda se encuentra la plaza comercial Town Center El Rosario; sin embargo, fueron recuperados el casco de la hacienda, el acceso principal, la capilla y la troje.

¿De qué trata la película "Allá en el Rancho Grande?

"Allá en el Rancho Grande", considerada la primera película del Cine de Oro, narra la historia de los enredos amorosos entre un hacendado y su caporal, ocasionados por una mujer. Lo que pudo culminar en tragedia se transforma en una visión idílica, donde pareciera que la revolución nunca llegó. Este filme cimentó las convenciones de un género sumamente exitoso entre el público mexicano, ligado aún a las tradiciones provinciales: la comedia ranchera.

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