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Chavo del 8: ¿Entonces de que erán las aguas que vendía?

Si ya no recuerdas de qué eran y a qué sabían las aguas del Chavo del 8, aquí te lo recordamos.
Si alguna vez quisiste probar un agua del Chavo del 8, estos eran los sabores
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Cuando teníamos 10 años menos, nos reíamos con las aguas del Chavo del 8, cuando en realidad era una gran idea de emprendimiento. Sólo Dios sabía de qué sabores eran, pero si siempre has tenido la duda, aquí te vamos a revelar el secreto. Seguro que muchas generaciones también tuvieron una sonrisa y una duda que persiste hasta este momento.

El Chavo del 8 es y será uno de los productos televisivos más importantes en la historia de México. La primera vez que se emitió como serie independiente fue un 26 de febrero de 1973 y su viaje terminó el 7 de enero de 1980. Se llegó a estimar que para 1975, esta serie era vista por más de 350 millones de personas cada semana en todo el mundo. Números impresionantes.

El actor alcanzó la fama de la mano de ‘El Chavo del 8’, programa en el que participó durante su juventud.

¿De qué eran las aguas del Chavo del 8?

El 22 de julio de 1974 se emitió por primera vez en televisión el capítulo 56 del Chavo. A diferencia de otros episodios donde la renta era el principal protagonista, esta vez Roberto Gómez Bolaños quiso indagar en qué tan buen vendedor era su personaje y le puso un negocio.

¿De qué era? Te preguntarás. Pues de nada más y nada menos que de aguas frescas. En un plan "ecológico", el líquido para hacerlo provenía directamente de la lluvia y aunque pueda sonar a un gran plan, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) escribió un artículo donde señala que el agua de las nubes no sirve para beber.

Esto, porque no solo tienen microorganismos, sino también otros elementos como aluminio, plomo, zinc, mercurio, arsénico, níquel entre otros. Lo cual no suena nada saludable.

Pero no acabemos con la magia del capítulo. El puesto surgió luego de que la Chilindrina le propusiera la idea al Chavo para que juntara dinero con los años para que de grande, tuviera un guardadito. Pero el negocio no salió como esperaban porque las aguas parecían de algo, eran de otra cosa y su sabor de otro elemento más. Aquí te dejamos el resumen.

  • Es de jamaica, sabe a tamarindo y parece de limón
  • Es de tamarindo, sabe a limón y parece de jamaica
  • Es de limón, sabe a jamaica y parece de tamarindo

Sin duda toda una confusión. Ya ni por el color te podías guiar. Pero ahora ya sabes de qué eran las aguas del Chavo del 8. Si algún día ves de nuevo el capítulo, no olvide que no hay de piña y asegúrate de pedir la indicada.

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