Sin embargo, detrás de esta prenda con tanta historia se esconde un problema actual: la mala caligrafía médica.
Las recetas incomprensibles, las historias clínicas llenas de garabatos y las indicaciones que parecen códigos secretos son una realidad común que genera frustración, inseguridad e incluso errores médicos.
Un lenguaje especializado que solo los profesionales de la salud comprenden a cabalidad.
Si bien estas abreviaturas permiten agilizar la escritura de sus notas e informes.
Pueden resultar incomprensibles para los pacientes, quienes a menudo desconocen su significado.
La falta de contexto y el desconocimiento del significado de estas siglas pueden generar inseguridad, frustración e incluso errores en la interpretación de las indicaciones médicas.