Aunque no lo creas, este es el origen del waterpolo

Existen dos teorías sobre el origen del waterpolo. Una dice que nació como un entretenimiento para el público durante las largas competencias de natación y otra afirma que era una alternativa para romper con la monotonía de los entrenamientos de los nadadores.

Según los expertos, este deporte nació en Inglaterra en la segunda mitad del siglo XIX. En sus orígenes se lo denominó de muy diferentes formas tales como football in the water o aquatic polo. Durante casi veinte años no existieron normas para jugarlo.

En ese tiempo se asemejaba en sus comienzos al rugby, pero jugado en ríos y lagos, y el objetivo era llevar la pelota al lado del oponente. No existían las porterías tal y como las conocemos. Los primeros partidos eran normalmente exhibiciones de fuerza bruta.

El primer documento oficial de waterpolo data del 21 de julio de 1870. En Londres, el “Times” publicó una pequeña noticia que decía: “en la tarde de ayer, en la pileta del West-End, dos equipos formados por siete hombres cada uno, bajaron al agua para medirse en el juego de Foot-Ball acuático”.

Con los años el deporte se fue modificando y adaptando a los nuevos tiempos. En 1908 se crearía la FINA (Federación Internacional de Natación Amateur) la cual revisó a fondo el reglamento, y en 1911 dictaminó que las reglas anglo- escocesas eran las que debían regir el waterpolo de la época.

La FINA continuó realizando cambios en las reglas del waterpolo, evolucionando hasta conformar su estructura reglamentaria actual.

Cómo se juega

• Un equipo de waterpolo está formado por siete jugadores
• En el waterpolo los jugadores sólo pueden utilizar el balón con una mano, a excepción del portero.
• Los jugadores de waterpolo no pueden apoyarse en ningún momento en el borde de la piscina ni tocar el fondo con los pies
• El juego consiste en lanzar el balón y meterlo en la portería del equipo contrario para anotar más puntos que el oponente.
• Ganará el equipo que consiga anotar el mayor número de puntos durante el tiempo reglamentario en la portería rival.