Estas relaciones tóxicas existen más de lo pensado y hay casos emblemáticos que incluyen a grandes figuras internacionales.
Relaciones tóxicas en el fútbol
Uno de los ejemplos de relaciones tóxicas en el fútbol es la que vivió el brasileño Neymar Jr en el Barcelona de España.
El futbolista forzó su salida al PSG de Francia, quien pagó una cláusula de 222 millones de euros pero su estadía en París no fue la esperada y hasta quiso volver al Barca, algo que no pasó.
Otro jugador que tuvo una relación muy espesa con los directivos de su club fue el gales Gareth Bale, quien fue una de las figuras del Real Madrid en sus primeros años de contrato.
Después de ganar Champions League, Ligas y hasta Copa del Rey, Bale no aprovechó la salida de CR7 y fue bajando su nivel al punto de dedicarse más a jugar al golf que al fútbol.
El argentino Lionel Messi tuvo su momento de relación tóxica con la selección argentina, donde era resistido por los hinchas porque su rendimiento no era como en el Barcelona.
Sin embargo y pese a haber renunciado a vestir la camiseta de su país, todo cambio y Messi fue más capitán que nunca, llevando al equipo a ganar el Mundial de Qatar 2022.
En cuanto a selecciones, en México se conoció el caso de Carlos Vela, el atacante que supo brillar en la sub 17 pero cuando llegó a la mayor todo cambió.