Yoga facial: cómo es la técnica para tonificar el rostro en 15 minutos

El Yoga facial es una técnica que busca tonificar el rostro y con solo 15 minutos diarios puedes frenar el paso del tiempo. El nombre de esta tendencia que es well-anging o el arte de envejecer bien.

Esta práctica le ha dado en la cara a la estética convencional ya que en vez de usar técnicas invasivas como cirugías, agujas y rellenos para intentar frenar el paso del tiempo, el Yoga facial busca un buen envejecer.

Laura Botero en su libro sobre yoga facial explica: “Mientras el concepto anti-edad apuesta por esconder el paso de los años mediante intervenciones estéticas y procedimientos quirúrgicos que no apuntan a un resultado natural, el well-aging es todo lo contrario.

Se trata de envejecer con naturalidad, sin prejuicios ni complejos. Aceptar y cuidar los cambios con amor, sin necesidad de transformarnos en algo que no somos o que queremos aparentar ser”. Esta nueva forma de encarar el paso del tiempo en nuestro rostro, puede hacerlo cualquier persona que, simplemente tenga las ganas y con solo 15 minutos al día puedes beneficiarte con un aspecto que lucirá tonificado y fresco.

Lo ideal es usar esta técnica antes de dormir por el efecto de los automasajes relajantes que se hacen con aceites esenciales, pero cualquier momento en el día que tengas lograrás los mismos resultados, es decir que si estás frente a la TV mirando una serie puedes hacerlos y tu rostro redundará en sus beneficios.

Como cualquier práctica que realices, la efectividad está asociada a la constancia, en este caso si en tu día a día incorporas esta rutina verás como tus líneas de expresión y arruguitas se van suavizando hasta casi desaparecer, al tiempo que recuperas el contorno facial.

Te dejamos algunos ejercicios fáciles de yoga facial

Esta técnica milenaria que deriva de los automasajes y ejercicios faciales que realizan las mujeres en China y Corea desde el siglo VII, son los que inspiraron la gimnasia facial que hace cien años inventó la francesa Nadia Payot, una de las primeras mujeres médicas de la historia. A raíz de esta práctica, es que Botero desarrolló una completa y efectiva rutina de yoga facial que “dura entre 12 y 15 minutos para que, en las personas, realmente, se disminuya el nivel de deserción de este hábito”, finaliza la autora.

1. Calentamiento

• Para calentar el cuello: Relaja los hombros. Baja la cabeza y gírala en forma circular. Inhala cuando subas la cabeza, exhala al bajarla. Repite 5 veces a cada lado.
• Para calentar el músculo macetero: Imagina que algo estira su cara hacia abajo y hacia arriba. Pronuncia la palabra ‘wo’. Repite 5 veces. Recuerda no forzar la mandíbula.
• Para calentar los hombros: Levanta brazos y abraza tus antebrazos. Estira lo más que puedas hacia arriba. Si quieres, balancea tu cuerpo de un lado hacia el otro para lograr un mejor estiramiento. Mantén la posición al tiempo que das 5 inhalaciones y exhalaciones profundas.
• Para calentar el pecho y la espalda: Coloca las manos en la cintura. Imagina que vas a unir los codos por detrás de la espalda. Abre el pecho, empuja suavemente los hombros hacia atrás, estira el cuello y mira hacia arriba, sin exagerar la postura. Mantén esta posición durante el tiempo que te tome dar 5 inhalaciones y exhalaciones profundas.
• Para calentar las orejas: Baja los hombros. Ubica los dedos índices por detrás de las orejas, y con los otros dedos, por delante, agarra las orejas y muévelas en dirección circular hacia atrás. Inhala y exhala profundamente 5 veces. Ahora gira las orejas en dirección contraria, mientras inhalas y exhalas 5 veces.

2. Tonificación

• Cuello y papada: Coloca una mano sobre la otra debajo de la clavícula, para generar resistencia al músculo platisma. Eleva la mirada. Saca un poco la mandíbula. Toca el labio superior con el labio inferior. Siente cómo estira y tonifica el cuello. Relaja los hombros. Repite 20 veces.
• Línea de la mandíbula: Baja los hombros. Levanta un poco la mirada. Saca la lengua como si quisiera tocar la punta de la nariz. Mueve la lengua hacia la derecha y hacia la izquierda, hasta tocar la comisura de los labios. Repite 15 veces a cada lado.
• Pómulos: Relaja los hombros. Succiona las mejillas simulando ser un pescado. Suelta y repite la postura 30 veces.
• Párpado inferior: Coloca los dedos índices en el rabillo del ojo. Levanta suavemente como si quisieras dejar los ojos rasgados. Observa un punto fijo y entrecierra los ojos, como si quisieras enfocar un objeto que está muy lejos. Repite 30 veces. Relaja los hombros.
• Párpado superior: Coloca las palmas de las manos sobre la frente, posando los dedos sobre la cabeza. Levanta suavemente la frente hasta ver que tus cejas también suben. Mira hacia abajo y parpada 30 veces. Relaja los hombros. Toca por completo la piel de la frente con la palma de las manos para que no se formen arrugas. Evita empujar la cabeza hacia atrás.
• Entrecejo: Coloca los dedos índice y corazón en forma de V sobre las cejas. Los dedos corazón deben quedar cerca al nacimiento de las cejas, y los índices a un centímetro de distancia presiona suavemente.

El yoga facial puede obrar milagros en tu rostro y tan solo debes dedicarle unos 15 minutos al día, en las distintas plataformas puedes encontrar videos explicativos que te ayudaran con esta milenaria técnica. ¡Haz la prueba!