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HISTORIA

¿Por qué les decimos ‘Adelitas’ a las mujeres que lucharon en la Revolución?

Las adelitas eran mujeres que atendían a los heridos y luchaban cuando era necesario

Las adelitas dejaron abandonaron su rol limitado a la esfera doméstica para luchar contra la injusticia social
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A las mujeres que participaron en la Revolución Mexicana, la cual inició el 20 de noviembre de 1910, se les conocía como soldaderas o adelitas, una de las cuales inspiró el nombre una famosa salsa.

El papel de las adelitas en dicho movimiento armado fue muy importante, ya que atendían a los heridos, cargaban las armas, se encargaban de los alimentos  y luchaban cuando era necesario.

"Las adelitas simbolizan a las mujeres que enfrenta la adversidad con valentía", resalta el sitio oficial del Gobierno de México. 

Fototeca Nacional INAH

¿Por qué se apodaban "Adelitas" a las soldaderas de la Revolución?

El apodo de las soldaderas se debe a la activista Adela Velarde Pérez, nacida el 8 de septiembre de 1900, nieta de Rafael Velarde, destacado general juarista que luchó en contra del imperio francés.

Velarde Pérez fue una inspiración para las mujeres que abandonaron su rol limitado a la esfera doméstica, para luchar contra la injusticia social que oprimía a los jornaleros y exigir sus derechos como mujeres y ciudadanas durante la Revolución Mexicana, resalta la ONU Mujeres México.

Por su parte, la escritora y periodista Elena Poniatowska señala que, sin las adelitas "no hay Revolución Mexicana: ellas la mantuvieron viva y fecunda como la tierra".

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¿Quién fue Adela Velarde Pérez?

Adela Velarde Pérez, quien nació en Ciudad Juárez, Chihuahua, desde joven tuvo curiosidad por la medicina, por lo que, en 1915, se incorporó a las filas de la Revolución Mexicana, apoyando a la Asociación Mexicana de la Cruz Blanca en labores de enfermería.

Gobierno de México

Uno de los corridos más populares del movimiento armado fue dedicado a ella, el cual fue escrito por el teniente villista Antonio Gil del Río.

Se dice que la soldadera y el teniente se enamoraron, por lo que él tocaba con su guitarra canciones de amor frente al tren donde ella dormía.

Adela y Antonio fueron separados por la muerte, después de que fue alcanzado por una bala mientras ayudaba a los heridos durante una batalla. Cuentan que, cuando el teniente cayó lesionado, la soldadera lo tomó entre sus brazos y éste alcanzó a recitarle una estrofa de su corrido.

“Si acaso yo muero en campaña y mi cadáver lo van a sepultar, Adelita, por Dios te lo ruego, que con tus ojos me vayas a llorar”, le habría dicho. 

Adela Valverde Pérez participó en los combates de Camargo, Parral, Santa Rosalía de Chihuahua y en Torreón, Coahuila. El 22 de febrero de 1941 fue nombrada oficialmente veterana de la Revolución.

La mujer que dio el nombre a las adelita murió en 1971 en los Estados Unidos. Sus restos se encuentran en el cementerio de San Felipe en Del Río, Texas.