En 2010 se fue a la quiebra la empresa Blockbuster, gracias a la cual millones de personas pudieron disfrutar del cine desde casa durante los 80 y 90, por lo que desaparecieron casi todas sus sucursales.
¿Dónde está ubicado el último Blockbuster del mundo?
"Ser el último Blockbuster del mundo nos favorece porque nos convierte en un lugar muy especial", afirmó Sandi Hardin, gerente del local desde hace más de 15 años, a la agencia de noticias EFE.
Dicho negocio se encuentra en la ciudad de Bend, Oregón (Estados Unidos) y ha sobrevivido gracias a sus clientes habituales y al gran número de turistas que llegan al lugar por la nostalgia.
| Instagram @blockbusterbend
Inaugurado en 2002, el local guarda con celo la estética de la mítica cadena y a la vez se reinventa creando nuevas campañas, como una actual con el eslogan de "El último Blockbuster del planeta". La fuente de ingresos del local son las camisetas, gorras y los stickers; además de la venta de películas.
"Todos quieren llevarse una película de recuerdo con el logo de la tienda", resaltó el gerente.
| Instagram @blockbusterbend
Tras cerrar las tiendas de Redmond, en Oregón, y las de Alaska en 2018, la de Bend se convirtió en el último local de la cadena en el país. Hardin asegura que llegan muchos visitantes de Asia y Europa, "incluso vestidos con temática de los años noventa". Los dueños de esta tienda, Ken and Debbie Tisher, llegaron a tener cinco locales Blockbuster.
Hardin dijo que aunque la cadena quebró en 2010, tienen un acuerdo con Dish Network, propietario de la marca, por el que pueden continuar usando el nombre unos años más.
"El secreto de resistir a las grandes plataformas como Netflix, es que contamos con una clientela que disfruta paseando por las estanterías y eligiendo títulos. Además, no pueden competir con nuestra colección de clásicos", aseguró Hardin.
| Instagram @blockbusterbend
Cruzar las puertas de vidrio del último Blockbuster y recorrer sus estanterías con un total de 14 mil títulos, con estrenos y videojuegos incluidos, es casi un viaje en el tiempo, a aquellas épocas de predominio absoluto del formato físico y previas a la descarga digital, y cuya mejor década para la firma fue la de 1990.
