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La silla Acapulco: el curioso invento mexicano de un panadero que llegó a Hollywood

Las famosas sillas Acapulco son un invento que traspasó fronteras, pero gracias a las idea de tres amigos y Elizabeth Taylor, se convirtió en uno de los productos más exitosos.

silla Acapulco Hollywood | Las famosas sillas Acapulco fueron un invento de tres creadores mexicanos.
silla Acapulco Hollywood | Las Sillas Acapulco son uno de los grandes hits de ventas en México.
silla Acapulco Hollywood | Las sillas Acapulco tienen un diseño ergonómico y duradero.
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En la historia ha habido diversos inventos, uno de ellos es el famoso Cubo Rubik el cual tiene ventas mundiales, pero también destacan las famosas sillas Acapulco, las cuales fueron pensadas por un panadero y no un conocido diseñador.

Pocos saben que las sillas Acapulco son el invento de un profesor, un panadero y un albañil mexicanos, quienes lograron el principio de un mueble clásico de México.

La forma de la silla Acapulco es única, invita a recostarse y olvidarse de todo, incluso a tomarse una siesta.

¿Cómo surgió la idea de fabricar una silla Acapulco?

Para 1955 sólo existía una escuela para niños especiales en Acapulco, era el único colegio adaptado para niños con discapacidad y estaban por cerrarla debido a la falta de recursos.

Pero a una de las maestras se le ocurrió con su esposo, llamado José Cortés una forma de captar recursos para solventar los gastos.

José Cortés llamó a sus amigos un panadero y un albañil, a quienes les planteó el problema económico , por lo que comenzaron a hacer una lluvia de ideas.

Así, el panadero decidió revelarles el proyecto que había ideado, el cual consistía en construir unas sillas basadas en el mismo esquema en el que estaban construidos las canastas para poder llevar el pan sobre la cabeza.

Foto: Especial

Cortés y el albañil no les quedaba muy clara la idea, hasta que el panadero les explicó que la canasta para transportar pan constaba de un aro de metal al centro, en el cual iba la cabeza, y un aro más grande a los costados para así formar el cesto con ayuda de un forro de cuerdas de henequén. Pero en vez de cestas, lo convertirían en sillas e hicieron un bosquejo en papel de su idea.

Luego compraron los aros y armaron el primer esqueleto, lo forraron con lazos de henequén y armaron así su primera silla.

¿Cómo fue el primer modelo de la silla Acapulco?

El primer modelo era algo más pequeño y menos anatómica, aún así la empezaron a vender entre los acapulqueños, siendo los pescadores sus primeros clientes. Los pescadores vieron que el asiento les quedaba muy bien para sentarse a desescamar pescados.

La siguieron vendiendo, con gran éxito, juntaron dinero para solventar los gastos de la primaria. La silla comenzó a ganar popularidad en 1961. Ese año se celebró por tercera ocasión la Reseña Mundial de Cinematografía, por lo que las celebridades de Hollywood iban y venían por todos los rincones del puerto.

Foto: Especial

¿Por qué Elizabeth Taylor volvió a las sillas Acapulco un éxito?

Una de las que estaban ahí era Elizabeth Taylor, la actriz, que por aquellos años se preparaba para estelarizar Cleopatra. Al ver la silla, quedó maravillada y preguntó por el taller del maestro, el albañil y el panadero, acompañada de un amigo quien al conocerlos les propuso mejorar el diseño de la silla.

Con el apoyo de un diseñador y un presupuesto más amplio, comenzaron a fabricarlas de forma masiva y así nació el modelo que hoy en día conocemos, ovalado y en forma de huevo.

Una vez que hubo una producción en masa, Elizabeth Taylor se llevó 250 sillas para colocarlas en sus casas y darlas a sus amistades. Al sentarse, las estrellas de Hollywood quedaron maravilladas con el diseño y comenzaron a pedirlas.
 
Desde ese día el taller del maestro, el albañil y el panadero las empezó a producir por miles y recibieron pedidos de todas partes del mundo.

Pero como suele pasar en los negocios, los dueños salieron de pleito. El albañil salió de la sociedad  y puso su propia fábrica haciendo una silla diferente: se trataba de una en forma de aguacate, pero no tuvo mucho éxito.

Para el año 2000, José Cortés recibió un reconocimiento como creador de la silla Acapulco, un mueble que hizo historia no sólo por su diseño, sino por ser parte de la mueblería de distintas celebridades.