Si vives en México alguna vez has tarareado o escuchado que alguien canté "La Cucaracha", canción que igual que "La Bamba, de inmediato provoca un coro, hace mover el pie y que incluso es tocada hasta con mariachi o marimba.
El tema es tan conocido que son muy pocos quienes no reconozcan la tonada, pero ¿cuál es su origen y a quién está dedicada?
Según historiadores, este corrido mexicano que se popularizó en la época de la Revolución Mexicana nació en Europa en 1818.
Sin embargo, dicho corrido español, que trajeron consigo Fernán Caballero y Rodríguez Morín, fue reversionado en México, ya que se le quitaron fragmentos y ajustaron frases.
¿Quién es la cucaracha en la época de la Revolucion?
Lo anterior debido a que, de acuerdo con Paco Ignacio Taibo II en su libro Pancho Villa una biografía narrativa, el Centauro del Norte apodaba como "La Cucaracha" a Victoriano Huerta, quien fue presidente de México del 19 de febrero de 1913 al 15 de julio de 1914.
Ello porque aseguraba que sin uniforme parecía una. Además de que se sabía que tenía dos adicciones muy fuertes: una al alcohol y otra a la mariguana, las cuales entorpecían su caminar.
Aunado a ello, como tenía cataratas y estaba cojo, Villa aseguraba que la canción le quedaba a la perfección "pues no podía caminar".
Fue así que las tropas de Villa siempre cantaban:“La cucaracha, la cucaracha ya no puede caminar, porque no tiene, por que le falta mariguana pa’ quemar. Pobrecito de Madero, casi todos le han fallado, Huerta el ebrio bandolero, es un buey para el arado”.
Sin embargo, no sólo ellas decidieron hacer covers de la canción, ya que se dice que los huertistas hicieron su propia letra para dedicar a Venustiano Carranza.
Dicho tema rezaba: “Ya se van los carrancistas, y se van haciendo bola, ya los chacales huertistas se los traen de la cola".
No obstante, el tema que tuvo mayor eco fue el de Villa pues no sólo lo entonaban como un himno burlesco para ir a la lucha, sino también como el canto preferido para descansar, beber y convivir entre soldados.
Por ello, con alegría entonaban: “Con las barbas de Carranza, voy a hacer una toquilla, pa’ ponérsela al sombrero, de su padre Pancho Villa.”
Finalmente, un año antes de que la Revolución terminara, en 1916 el autor de "Cielito Lindo", Quirino Mendoza Cortés, escribió la versión infantil de "La Cucaracha", misma que hasta ahora se cantan en patios escolares o incluso por abuelas, abuelos, papás o mamás que las ocupan para entretener a los pequeños mientras se columpian en sus piernas.
