La verdadera historia de Valentina Ramírez, quien es conocida como la "Mulán mexicana"
Se disfrazó de hombre para poder tomar las armas y combatir en la Revolución.Seguramente miles de veces has leído su nombre en una de las salsas favoritas de México: la salsa Valentina. Sin embargo, quizá no sepas que dicho producto debe su nombre a Valentina Ramírez Avitia, popularmente conocida como "La Valentina" o "La mulán mexicana".
Lo anterior, debido a que igual que en la historia de Mulan, una mujer china que para poder combatir se viste de hombre y roba la armadura de su padre, con el objetivo de mantener el honor de su familia y al mismo tiempo proteger a su pueblo del ejército invasor, Valentina tuvo que fingir que era del sexo masculino.
De acuerdo con historiadores, el padre de Valentina Ramírez estaba entusiasmado de poder participar con las tropas maderistas para derrocar la dictadura de Porfirio Díaz.
Sin embargo, su padre murió antes de la Revolución, por lo que ella, haciendo honor a su nombre, se enlistó con el nombre de Juan Ramírez.
Según lo que ella misma le contó a Leopoldo Avilés Meza, en una entrevista el 22 de febrero de 1969, fue en noviembre de 1910 cuando se unió al grupo del general Iturbe, bajo el pseudónimo de Juan.
Practicó hasta el cansancio los movimientos masculinos que hacían sus hermanos Atanasio, Juan Francisco y Pedro cuando se sentaban, al montar a caballo, hablar o saludar.
Fue así que al momento de integrarse a las tropas, "la mulán mexicana" no levantó sospecha alguna, e incluso inspiró no sólo respeto, sino temor entre sus compañeros, quienes sabían que Juan Ramírez no se andaba por las ramas y era muy hábil con las armas.
¿Quién fue la Mulán de México?
De hecho, vestida de hombre y llevando con ella una carabina 30-30, cartucheras en el pecho y un sombrero de palma con una cinta tricolor que ocultaba sus trenzas, Valentina Ramírez se lanzó al combate en el puente Pumarejo. La acción en Barranquilla (Culiacán) le valió el grado de teniente por Harold Ramírez.
No obstante, luego de haber participado de la contienda durante cinco meses y diez días, un compañero descubrió que era una mujer y fue inmediatamente expulsada de las filas militares.
Al intentar volver con su familia, sus hermanos la rechazaron porque no estuvo con ellos cuando su madre murió. Por ello, vivió aislada de su familia y sola hasta que se casó con un coronel, pero éste murió poco tiempo después.
Al no ser candidata para una pensión como militar, durante un tiempo pidió limosnas, pero después buscó empleó como trabajadora doméstica y luego se dedicó a lavar ropa ajena.
Finalmente, en los años 60, Valentina Ramírez, la Mulán mexicana, sufrió un accidente y la enviaron a un asilo de ancianos, pero se escapó y se dedicó a pedir limosnas nuevamente hasta que murió, en el olvido, una década después.