¿Quién es el rey Carlos V de los chocolates y cuál es su historia?
Carlos V no solo es a imagen de un chocolate, también fue rey de España
Prácticamente en cualquier tiendita o "tiendota" de México venden barras de chocolate Carlos V, que originalmente fue producido y comercializado por la Fábrica de Chocolates La Azteca, fundada en el año de 1919, también responsable del Chocolate Abuelita, del que la actriz Sara García es la imagen.
Además de llevar el nombre de Carlos V, la golosina tiene la imagen de dicho personaje histórico, quien es Carlos I y V del Imperio Romano Germánico; es decir, Alemania.
La envoltura del chocolate es inconfundible debido su color rojo; sin embargo, no siempre fue así, ya que cuando salió al mercado era marrón y la imagen del rey no estaba tan caricaturizada como hoy.
Su color característico y el personaje como lo conocemos actualmente lo obtuvo cuando Nestlé adquirió la Fábrica de Chocolate La Azteca en 1995, aunque primero la compró Quaker Oats (en 1970).
¿Cuál es la historia de Carlos V?
Carlos V fue el primogénito de la infanta Juana I de Castilla, conocida como Juana la Loca (1479-1555), hija de los Reyes Católicos, y de Felipe I de Castilla, también llamado Felipe el Hermoso (1478-1506), duque de Borgoña e hijo de Maximiliano I de Austria, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico.
Fue uno de los hombres más poderosos de su época, su reino abarcaba más de la mitad de Europa. Pese a que nació en Flandes (Europa Occidental), era un gran amante de la cultura y lengua española, al grado de afirmar que esta última era "tan bella y noble que debería ser conocida por toda la cristiandad".
Carlos de Habsburgo fue emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, cargo que obtuvo tras la muerte de su abuelo Maximiliano de Habsburgo en 1519, y rey de España, puesto que ocupó entre 1517 y 1556, por el cual recibió el nombre de Carlos I.
Este monarca tuvo un rol protagónico en la política del siglo XVI en gran parte del mundo conocido en la época, ya que sus posesiones abarcaban, además de buena parte de Europa, algunos sectores de la costa mediterránea de África, Asia y América.
Dedicó su vida a lo que consideraba su obligación como soberano: restaurar un imperio cristiano universal del que el emperador sería el poder político y el papado el espiritual. Con este objetivo, luchó incansablemente para mantener la unidad religiosa del mundo cristiano, amenazada por el protestantismo y el Imperio otomano.
Decidió retirarse de la vida política en 1555, año en que se despojó del título de Gran Toisón de oro y después renunció al de duque de Borgoña y soberano de los Países Bajos.
En 1556, Carlos V abdicó a la corona de Castilla, Aragón, Sicilia y las Indias, y entregó el título de emperador del Sacro Imperio a su hermano, Fernando de Austria. Luego se retiró al monasterio de Yuste, en Cáceres, España donde llevó una vida sencilla hasta su muerte, el 21 de septiembre de 1558.