Frida Khalo en París: el sitio en el que se enamoró y empezó a ser una figura del arte mundial
La popular artista mexicana tuvo un viaje a París que le sirvió para inspirarse y ser la leyenda en la que se convirtió.París, la ciudad que acogerá por tercera vez los Juegos Olímpicos este año, ha estado siempre relacionada con el arte y ha servido de inspiración a múltiples artistas de todo el mundo.
Frida Kahlo, la pintora mexicana que hoy conocemos como un ícono del arte, no siempre fue tan famosa.
En 1939, era conocida principalmente por ser la esposa de Diego Rivera, un muralista de gran renombre. Aunque ya pintaba, su obra aún no tenía el reconocimiento que tiene ahora. Un viaje a París en esa época, cambió la vida de la artista.
El viaje de Frida Kahlo a París: un amor que la convirtió
- El surgimiento de una leyenda del arte mundial: Frida Kahlo vivió una historia de amor en su viaje a París, que cambió toda su trayectoria.
- Un corazón roto: Frida viajó a la capital francesa después de descubrir que Diego Rivera tenía una relación con su hermana Cristina. Esta situación la llevó a un estado de profunda tristeza y la impulsó a buscar un nuevo comienzo.
- Una nueva pasión: En París, Frida conoció a Michel Petitjean, un joven francés con quien tuvo un apasionado romance. Este encuentro le dio una nueva perspectiva sobre la vida y la ayudó a encontrar la fuerza para seguir adelante.
- El reconocimiento de su talento: Su visita a París la puso en contacto con los círculos artísticos más importantes de la época. Su obra llamó la atención de figuras como André Breton, quien la presentó como una artista surrealista.
- Una identidad fortalecida: En París, Frida se enfrentó a dudas sobre su identidad, pero en lugar de dejarse influenciar por la cultura europea, se aferró con más fuerza a sus raíces mexicanas. Esto se reflejó en su arte, que se volvió más personal y auténtico.
Frida Kahlo regresó a México con una nueva perspectiva sobre su vida y su arte. Su viaje a París fue un punto de inflexión en su carrera, un momento en el que se enamoró, se encontró a sí misma y comenzó a ser reconocida como una de las artistas más importantes del siglo XX.
En París, se pueden encontrar vestigios de otros artistas de talla mundial, como Pablo Picasso, cuyas huellas aún se hallan en suelo parisino.