Alma Ibarra, boxeadora que pidió detener su pelea, se retira del pugilismo

La boxeadora Alma Ibarra, quien hace unos días conmocionó a los internautas al rogar para que detuvieran una pelea con tal de preservar su vida, anunció que se retirará del pugilismo definitivamente.

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Por medio de un comunicado difundido en su cuenta oficial de Facebook, la deportista originaria de Nuevo León reconoció que ha tenido problemas de depresión.

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Antes del enfrentamiento en el que su mente colapsó, ella ya había pensado en no volver al ring; sin embargo, fue motivada a participar en la lucha por la oportunidad de hacerse de más títulos.

Y es que el premio era ambicioso, pues consistía en la unificación de los títulos de la AMB, CMB, FIB, OMB y The Ring del peso wélter femenil.

En el texto que compartió con sus seguidores, la también conocida como ‘La Conquistadora’ señaló que “siempre es fácil criticar sin saber el trasfondo de las cosas, nos hace mucha empatía como seres humanos y, como dicen, nadie sabe lo que trae el morral más que el que lo carga”.

“Desde hace 6 meses entré en una depresión que sólo unas 3 personas notaron. Me era muy difícil inclusive sólo levantarme de la cama a entrenar y había decidido retirarme. Me deje convencer que no era lo correcto después de tanto tiempo y esfuerzo, y continúe dándome una oportunidad más, haciéndome creer que todo estaba bien y sin buscar ayuda”, narró.

La boxeadora que rogó para que detuvieran su pelea hizo un llamado para no romantizar el sacrificio en el deporte

Alma Ibarra aseguró que aceptar su última pelea fue uno de los errores más grandes de su vida, pese a que hubo momento en los que físicamente se veía bien.

“Después de semanas difíciles tuvimos un cierre de campeonato increíble, el cual nos ilusionaba y motivaba a que conseguiríamos la victoria porque teníamos una estrategia bien hecha y armada. Físicamente, creo que nunca había estado mejor y, a pesar de que el peso de la pelea nunca lo había dado, tampoco fue problema”, dijo.

“Sin embargo, algo muy en el fondo de mí seguía sin estar bien. Lo ignoré y, en el momento crucial, mi mente colapso aunado al recuerdo de tantos accidentes recientes en el deporte. No hago esto con el afán de dar explicaciones a las personas porque nunca la tienes contenta lo hago por dos cosas”:

1. Para comprobar una vez más que la salud mental es tan importante como la física, y más en nuestro deporte. Que sí sirvo como ejemplo para alguien, lo tomen de la manera que más les beneficie.
2. Para dar la cara por mi equipo que no tiene absolutamente nada de culpa, al contrario. Agradezco que aguantaran todo este proceso conmigo sin saber lo que pasaba por mi mente.

“Después de 15 años digo adiós al boxeo, un retiro que había postergado por 6 meses y hoy me da la paz y tranquilidad que mi vida necesita. Me voy tranquila porque sé que, a pesar de todo, siempre estuve ahí picando piedra y remando contra corriente para salir adelante”.

Por último, la pugilista profesional agradeció a la profesión que le brindó las más grandes alegrías y pidió no romantizar la cultura del sufrimiento y el sacrificio en el deporte.

“Gracias, boxeo, porque a pesar de que fuiste muy duro conmigo me diste muchísimas alegrías e increíbles personas (me dejaste mi mejor amiga, al amor de mi vida, a Héctor, que se convirtió mi familia”, explicó.

“Dejemos de romantizar que entre más sufrida y sacrificada sea tu vida como boxeador, más mereces. Nadie, absolutamente nadie, merece sufrir tanto para cumplir sueños y metas. Suficiente es soportar entrenamientos tan duros, subir a un ring y todavía tener que complacer a fans de sillón que no ven sangre en las peleas. Primero estás tú, después tú y al final tú. Nadie cuidará de ti o tu familia si algo llega a pasar. Gracias a todos los que siempre estuvieron, están y estarán para mí aún sin boxeo de por medio”, sentenció la boxeadora Alma Ibarra.