No todos los exdeportistas profesionales tiene un final feliz, ni mucho menos. En muchas ocasiones, las malas decisiones los llevan a la banca rota y a una vejez complicada, pero en otras, hasta la cárcel termina siendo su destino. Es el caso de Eddie Johnson, exjugador de la NBA.
El dos veces All Star, como jugador de Atlanta, a principios de los 80, murió con 61 años en la prisión de Santa Rosa, En Florida. El exjugador cumplía cadena perpetua.
Eddie Johnson, tuvo muchos problemas desde su época de jugador. Pese a ser uno de los hombre importantes de la época, las drogas comenzaron a derrumbar lo que construyó. En la temporada 86-87, fue cortado por los Sonics debido al consumo de cocaína y la NBA los suspendió de por vida.
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Pero este no fue el mayor de sus problemas, con el paso del tiempo el exjugador acumuló más de 100 arrestos. De las duelas pasó a los robos con violencia, estafas, venta de drogas, situaciones que lo pusieron en prisión en dos ocasiones.
Pero la lección no fue aprendida, Eddie sólo empeoró, fue en 2006, cuando cometería el terrible delito que lo sentenciaría por el resto de sus días a las frías celdas, fue condenado a cadena perpetua, luego de que se le encontrara culpable por haber agredido sexualmente a una niña de sólo ocho años.
Este crimen, de acuerdo a la prensa de aquella época, fue sólo res días después de que irrumpiera en la habitación de un hotel, en la que se encontraba una mujer de 25 años, a la cual habría violado.
El exjugador reconoció sus crímenes
“No culpo a nadie por lo que me pasó excepto a mí mismo. No es el dinero. La gente no entiende, cuando estás involucrado con la cultura de las drogas, es el ajetreo que la acompaña”, fueron las palabras que dijo Eddie a USA Today hace algunos años, en los que habló sobre sus delitos.
