Emos vs. Punks: ¿por qué estaban peleados en la CDMX?

Aunque los orígenes de los emos se remontan a los años 80 del siglo pasado, en la primera década de los 2000 se popularizó esa subcultura y muchos jóvenes mexicanos la adoptaron.

Quienes comulgaban con esta tribu urbana solían usar ropa en tonos oscuros con algunos detalles en rosa o morado, así como patrones de cuadros en blanco y negro y peinados extravagantes.

También se caracterizaban por una personalidad melancólica, incluso algunos optaban por cortarse los brazos para materializar el ‘dolor interior’ que percibían.

“Los emos son más románticos, más poéticos y expresan con su cuerpo el daño del mundo. Ellos se flagelan cortándose las muñecas y mostrando como un orgullo el daño que se hicieron a partir de interpretar el daño social que sienten”, dijo el sociólogo Jorge Elbaum, de la Universidad de Buenos Aires, para explicar el fenómeno.

Desafortunadamente el surgimiento de esta ‘moda’ generó tensiones entre los muchachos capitalinos, pues los emos eran mal vistos por otros grupos e incluso se planeó una agresión contra ellos.

Esta es la verdad detrás de la pelea de emos vs. punks en la Ciudad de México

Era la tarde del 16 de marzo de 2008 cuando los elementos policíacos capitalinos se movilizaron con dirección a la Glorieta de Insurgentes, con el fin de evitar que se llevara a cabo la pelea de emos vs. punks en la Ciudad de México.

En ese entonces las redes sociales no tenían tanto auge como ahora, pero por medio de cadenas de correo electrónico se difundió una invitación que llamaba a cometer actos violentos contra los jóvenes de pantalones ajustados y semblante triste.

Carlos Alberto Soto, quien entonces era parte de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, movilizó a uniformados para evitar que se llevara a cabo cualquier tipo de suceso que alterara el orden o la integridad de las personas.

TV Azteca filmó parte de lo ocurrido e incluso entrevistó a algunos asistentes a la riña; fue así como se supo que los punks estaban contra los emos al considerar que imitaban su estilo.

Afortunadamente la pelea de emos vs. punks en la Ciudad de México no pasó a mayores, pues los ánimos se calmaron cuando en la Glorieta de Insurgentes apareció un grupo de Hare Krishna que disolvió las tensiones ‘como por arte de magia’.