Luis Donaldo Colosio, el heredero de un nombre con futuro
03 de diciembre, 2021 | 06:01 p.m.Luis Donaldo Colosio Riojas reconoce que el nombre de su padre es fundamental para ser tan reconocido por la gente. Apenas el jueves, una encuesta de Grupo Reforma lo colocó como el tercer aspirante más conocido entre la población, sólo detrás de dos personajes de Morena: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. "El nombre tiene mucho peso, estoy profundamente agradecido con ese respeto, con esas muestras de afecto, con ese recuerdo y la expectativa que se tiene por la figura de mis padres", afirmó este viernes en entrevista con Denise Maerker para Atando Cabos. Aunque se dice sorprendido por ser considerado entre los aspirantes a la carrera presidencial en 2024, sobre todo porque hace apenas dos meses asumió la presidencia municipal de Monterrey, una de las 3 ciudades más importantes del país, Colosio ya había aparecido entre las encuestas después de la elección intermedia. El Universal lo colocó en un careo frente al secretario de Gobernación, Adán Augusto López, como posible candidato de Morena, con un claro triunfo a favor del edil, hoy con Movimiento Ciudadano. Dice que eligió al partido naranja porque en su entidad, aún aparece como una figura divergente de la vieja política, cada vez más lejana de la ciudadanía, mientras que optó no ir por la vía independiente luego de cómo quedó a raíz de la experiencia en Nuevo León con Jaime Rodríguez, "El Bronco". "En el momento en que tomo la decisión de iniciar una carrera en el servicio público y en el ámbito legislativo, era la opción con la que me sentía más cómodo, no solo por los estatutos. En NL ha sido una figura todavía divergente, no tiene esa carga negativa, que los partidos ya han arrastrado por décadas. La figura de independiente en ese momento estaba muy desprestigiada por la amarga experiencia que se vivió...", lanza sin que pueda terminar la frase. Abogado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, tenía 8 años cuando su padre fue asesinado en Tijuana durante una gira de su campaña presidencial. Medio año más tarde murió su madre a causa de cáncer de páncreas. Entonces, su familia materna lo adoptó a él y su hermana, Mariana, quien ha preferido llevar en reserva su vida. Popularmente se piensa que Colosio Murrieta fue atacado por su separación del PRI y porque sería el personaje que acabaría con los abusos de un partido que sumaba entonces 65 años en el poder. Era de ellos, pero era diferente. Esa creencia parece haber prevalecido a lo largo de los años, lo que le da un alto nivel de conocimiento entre las personas al alcalde de 36 años. Es decir, Colosio podría ser el as bajo la manga de la oposición. Sin embargo, afirma que no tiene en mente buscar un nuevo cargo cuando apenas empieza este. En ese sentido, Colosio es mesurado, además de que su trayectoria política es relativamente corta. Los tres años anteriores los pasó como legislador local en Nuevo León. Antes de eso, se había dedicado al emprendimiento. De hecho, originalmente no contemplaba hacer carrera en la política, pero al final lo hizo. En su perfil como alcalde de Monterrey resalta que está inspirado sobre todo por su madre, Diana Laura Riojas, así como su frase favorita: “Los pies en la tierra, la mirada en lo alto y el corazón en el amor”. Tal vez por ello enfatiza la mesura que tiene luego de saberse entre los favoritos en una hipotética contienda para la que dice ni siquiera haber alzado la mano pero que no por ello da por descartada. "Caería en una imprudencia el estarme distrayendo del gran reto que es coordinar y dirigir los esfuerzos de la rehabilitación y la correcta administración de nuestra ciudad", aseguró en entrevista para Atando Cabos con Denise Maerker este viernes. Persona de familia, dice que el mayor cambio en su vida y que lo orilló a entrar a la política llegó con el nacimiento de sus hijos, a quienes les "pertenece su persona y su nombre". "El mundo, como bien decía mi padre, no nos fue heredado por nuestros padres, nos fue prestado por nuestros hijos", afirma, como queriendo negar una herencia con la que hoy no sabe qué hacer.