La Copa del Mundo no fue siempre como la conocemos en la actualidad. Antes, más precisamente hasta el Mundial de 1970, el trofeo era conocido como Jules Rimet y tenía un formato diferente. Allí la Selección de Brasil ganó su tercera máxima cita mundialista y, como estaba en el reglamento, se quedó definitivamente con el trofeo. Desde allí se creo el nuevo modelo, el cual siempre vuelve a Suiza (ya no se lo queda el que gana tres ediciones).
El trofeo pudo llegar sano y salvo hasta dicha edición gracias a la acción del italiano Ottorino Barassi. Él fue presidente de la Federación Italiana, vicepresidente de la FIFA y uno de los creadores de la UEFA. Pero, sin lugar a dudas, su acción más importante fue proteger el trofeo Jules Rimet.
| Brasil ganó tres veces el trofeo Jules Rimet.
Italia salió campeón del mundo en 1938 y, el trofeo, se fue a su país. Un año más tarde estalló la Segunda Guerra Mundial y el fútbol, obviamente, tuvo un obligado parate. El avance del Tercer Reich sobre Europa implicaba, además, saqueos de joyas, obras de arte y cualquier objeto de valor. La copa Jules Rimet, 35 centímetros, cuatro kilos de oro macizo, estaba en una caja de seguridad de un banco de Roma
Ottorino Barassi hizo lo que nadie se animó. Debido a su cargo en el fútbol de Italia, fue hasta el banco y se llevó la Copa del Mundo. ¿Dónde la guardó? Debajo de su cama, en una caja de zapatos. Dos años más tarde miembros de la Gestapo irrumpieron en su casa para interrogarlo con el objetivo de secuestrar el trofeo.
Revisaron toda la casa, salvo debajo de la cama. Tiempo más tarde el directivo le devolvió el Jules Rimet a FIFA. Este anduvo de mano en mano, escondido, hasta que en 1950 se volvió a poner en juego en el Mundial de Brasil. Aquella edición la ganó Uruguay, en el recordado Maracanazo.
Ottorino Barassi, un héroe mundial
La Copa del Mundo, en su formato actual, surgió a partir del Mundial de 1974.
Hasta la edición de 1970 el trofeo era conocido como Jules Rimet.
Hasta esa edición, que ganó Brasil, el que lograba tres títulos de la Copa del Mundo se dejaba el trofeo.
Con el nuevo modelo, esa regla quedó obsoleta, ya que se cambió el reglamento.
Italia ganó el título en la edición de 1938.
Un año más tarde estalló la Segunda Guerra Mundial.
El avance del Tercer Reich sobre Europa implicaba, además, saqueos de joyas, obras de arte y cualquier objeto de valor
Ottorino Barassi, dirigente de la Federación italiana, resguardó el trofeo en su casa.
Lo guardó en una caja de zapatos debajo de su cama.
Dos años más tarde miembros de la Gestapo irrumpieron en su casa para interrogarlo con el objetivo de secuestrar el trofeo.
Revisaron toda la casa, menos el lugar mencionado anteriormente.
Con el cese de la Guerra, Barassi devolvió el trofeo, el cual volvió a disputarse en Brasil 1950.
