El futbolista que se volvió piloto de aviones tras romperse las dos piernas

En el futbol inglés hay un caso que llamó la atención en los últimos días y es que Richard Kell pasó de ser un jugador profesional a terminar pilotando un avión.

Kell llegó a ser un gran futbolista a nivel profesional, jugó en balompié inglés y ahora decidió andar por los aires, ya que es una de sus grandes pasiones en la vida.

Richard Kell dejó el futbol por ser un piloto de aviones. | Especial

¿Quién es Richard Kell, el jugador que ahora es piloto de avión?

• Kell llegó a jugar para el Middlesbrough, llegó a mostrar gran talento en la cancha.
• El jugador se mantuvo en activo de 1998 al 2007 con el Lincoln City, donde anunció su retiro.
• Ea un mediocampista de gran calidad, el cual siempre dio lo mejor de su juego en la cancha.

¿Cómo aprendió Richard Kell a volar aviones?

• Pero una de las grandes pasiones de Kell fueron las alturas y volar aviones.
• Cuando Richard Kell, ahora de 43 años, decidió colgar las botas a los 27 después de sufrir dos fracturas en las piernas, ya quería ser piloto.
• Kell aprendió a volar un avión durante un despido por lesión en Scunthorpe United de 2001 a 2004.
• En el 2020, Kell reveló por qué se convirtió en capitán de la aerolínea comercial Jet2.
• “Me acababa de recuperar de mi primera fractura en la pierna y sentí que estaba luchando por volver a estar en plena forma en Scunthorpe. Tenía un contrato mensual y mientras esperaba en el aeropuerto para una gira de pretemporada a Irlanda, hablé con un piloto que estaba sentado a mi lado”, dijo en entrevista con The Sun.
• “A mi regreso fui al aeropuerto más cercano (Humberside) para hacer mis consultas iniciales.
• Así, Kell comenzó a practicar y lo llevó a  cubrir entrenamientos de piloto.
• “Había completado entre 10 y 15 horas de entrenamiento, sin embargo, recuperé mi forma física, firmé un nuevo contrato y el entrenamiento de mis pilotos quedó en un ‘segundo plano’ por un tiempo”, dijo.
• Kell cree que las habilidades clave que tenía como futbolista le resultaron muy útiles a la hora de hacer la transición hacia pilotar un avión.
• “Además, el futbol me dio habilidades interpersonales. Estar confinado dentro de la ‘caja de hojalata’ de una cabina a 35.000 pies significa que debo agradecer a mis copilotos y al resto de la tripulación, con quienes tengo que interactuar”, explicó.

Kell dijo ser crítico con su desempeño como piloto como lo fue como futbolista, por lo que está orgulloso de tomar vuelos y a la vez, poder solventar otra de sus grandes pasiones.