América ‘bailó’, pero no a Tláloc: ni un diluvio paró el vuelo de ‘Las Águilas’

“No va a llover, sólo está nublado”, quizá dijiste con tu nula experiencia en la meteorología unas horas antes de ir al Azteca. Pero no sabíamos que los rivales de la Liga MX no son los únicos en poner pruebas a ‘Las Águilas’. América ‘bailó’, pero no a Tláloc: ni un diluvio paró el vuelo del líder general de la competencia que ‘aplastó' a Pachuca.

Como ya es costumbre, entrar al Estadio Azteca se ha convertido en un dolor de cabeza. A diferencia del partido contra Pumas, los organizadores sí estaban pidiendo el FAN ID, pero en una especie de ejercicio poco formal. Hubo personas que incluso pasaron con el mismo código QR sin que nadie dijera nada.

Tras el primer checkpoint, apareció el segundo en el que había que pedir mostrar el boleto. Todo ralentizado claro, por Tláloc: una ligera lluvia caía sobre las chamarras amarillas y azules que se habían dado cita en el Azteca para el partido contra Pachuca en horario poco conveniente para semana Godín: a las 9 de la noche.

Pero cuando el árbitro dio inicio al encuentro, parece que el Dios de la lluvia comenzó a echar cubetazos sobre la cancha del Azteca. Era tanta el agua, que no se alcanzaba a ver bien en el estadio el otro lado de la grada. La gente que no recibía protección por el techo del inmueble, tuvo que recurrir a los pasillos.

Los que encontraron lugar hasta enfrente, podían ver sin problemas; los demás, buscaban un espacio como si de concierto se tratara. Otros más prefirieron quedarse sin asiento y verlo todo de pie con tal de que la lluvia nos los tocara.

Los 22 de la cancha no tenían de otra. Parecía que jugaban al Waterpolo y nadie se salvaba, hasta el árbitro fue a dar al suelo porque no había forma de mantenerse de pie. Si alzabas la mirada al techo, cada gota parecía una estrella en cielo; milagro para una Ciudad tan contaminada que para ver algo en la noche se pide un deseo.

Con el pasar de los minutos, el agua que caía fue siendo menos, pero nunca dejó de llover. Algunos regresaron a tiempo a sus mojados asientos para verlos 4 goles con los que América venció a Pachuca y con los que logró afianzarse en la cima de la Liga MX.

Quizá América pretendía bailar, pero no a Tláloc, sino al Pachuca y se llevó un tremendo diluvio en la cancha del Azteca. Pasillos mojados, tenis arruinados, outifts desgastados, pero todos salieron contentos del estadio porque sus Águilas habían ganado de nuevo.