Liga MX Femenil: la Barra Feminista lucha porque otras aficiones sean posibles
Las mujeres que conforman la Barra Feminista quieren resignificar el papel de los grupos de animación en el futbol mexicano.Después de la tragedia ocurrida el pasado 5 de marzo en el estadio Corregidora, durante el partido Querétaro vs. Atlas, la Barra Feminista confirmó que para los grupos de animación de mujeres la “vara está más alta”.
Hasta antes de que la Federación Mexicana de Futbol (FMF) se preocupara por garantizar verdaderamente las condiciones de seguridad en los recintos deportivos, las integrantes de este colectivo ya eran vigiladas.
Afortunadamente no han enfrentado una situación de riesgo, pero los intentos de censura se posan constantemente sobre ellas pese a que sus consignas en el campo de juego son contra la violencia y en favor del deporte.
“Estas medidas vienen de un historial de violencia del futbol varonil. Si las dinámicas de violencia no sucedieran ahí, a nadie le importaría que tuviéramos un trapo o la playera de otro equipo”, explicaron “La Mala” Marquina y Tanni Guerrero.
En entrevista para Futbol en Fórmula, las integrantes de la Barra Feminista se sinceraron sobre los prejuicios que las encasillan como personas conflictivas sólo por ser mujeres, feministas y aficionadas al balompié.
¿Las barras de futbol son una amenaza para esta disciplina?
Las mujeres comentaron que la batalla campal, donde se vieron involucrados los seguidores de los Gallos Blancos, contribuyó a reforzar una connotación negativa que ya existía sobre ellas.
Esta opinión se confirmó unos días después de la trifulca del estado Corregidora, pues el Gabinete de Comunicación Estratégica realizó una encuesta. En el ejercicio de medición, se determinó que 6 de cada 10 mexicanos consideran que no deberían permitirse más grupos de animación que apoyen a los equipos.
Para Mala y Tanni el acontecimiento merece otro tipo de análisis, pues situaciones como la ocurrida el pasado 5 de marzo evidencian que la violencia en el futbol está ligada al ejercicio de una masculinidad nociva.
“Es una dinámica el futbol está arraigado a la masculinidad y es un deporte de hombres. Eso está arraigado a ser el que tiene el poder, el control, el que humilla, el que dice y grita p*to al portero del equipo contrario”, precisó “La Mala” Marquina.
Aunque en los partidos el desbordamiento de pasiones es aceptado en los varones, para las seguidoras del deporte la situación es totalmente diferente.
“Nos perciben como una amenaza porque nos ven como un grupo de mujeres organizadas. En el mundo en el que vivimos que las mujeres se organicen es una amenaza en sí mismo, para el sistema y para el patriarcado”, dijo Mala en referencia al papel de la Barra Feminista en los estadios.
No obstante, ambas coincidieron en que los grupos de animación masculinos o femeninos no tendrían que implicar ningún peligro por el simple hecho de existir.
“Está la confusión de que una barra es sinónimo de violencia y justo estamos luchando por deshacer esa idea. Con lo que acaba de suceder [en el estadio Corregidora] la gente está pidiendo que las barras desaparezcan. Eso no va a resolver el problema. El problema de la violencia en el futbol viene de más allá”, expresaron.
Otro futbol es posible… y otras aficiones también
Luego de la pelea ocurrida en el partido Querétaro vs. Atlas, las integrantes de la Barra Feminista dialogaron sobre la posibilidad de cambiar el nombre de su colectivo.
La reflexión se dio al calor de lo ocurrido en el estadio Corregidora, aunque tras una charla se determinó seguir con el distintivo que las ha caracterizado desde hace algunos años.
“No vamos a cambiar nuestro nombre, tenemos que resignificar lo que es ser aficionada y lo que es pertenecer a una barra con la consigna de un futbol sin violencia”, explicaron.
“[En la Barra Feminista] no nos ha pasado una situación de violencia directa, creo que la misma dinámica que generamos en el espacio, el ambiente que se crea, ayuda a que la gente se dé cuenta que lo que menos buscamos como barra es confrontar”, aseguraron.
Y es que la agrupación le hace honor al lema “si gana una, ganamos todas”, pues en cada partido de la Liga MX Femenil no dudan en celebrar los goles sin importar de qué equipo sean.
Por otra parte, cuando escuchan comentarios despectivos en los partidos, tratan de explicarle a la audiencia el porqué eso está mal. “No se trata sólo de amor a la camiseta, sino también a la comunidad”, comentó Tanni Guerrero sobre la labor de concientización.
Este colectivo considera fundamental que el deporte en general, y no sólo en futbol, esté atravesado por una dinámica de respeto y aprendizaje.
“Queremos que este movimiento crezca, que haya más personas que se unan y que se sientan de igual manera que nosotras en el futbol: en un lugar de gozo, seguro, donde no se discrimina a nadie”, señaló “La Mala” Marquina.
“La Barra es prueba viviente de que sí es posible un futbol diferente. Sí es posible que existan barras diferentes y un futbol sin violencia. Si gana una, ganamos todas”, señaló la joven.
Es así como la Barra Feminista confía en que otro futbol y otras aficiones son posibles pese a tragedias como la ocurrida hace 19 días en el partido Querétaro vs. Atlas. ¿Tú qué opinas? Déjanos tus comentarios y continua #AbriendoLaConversación.