Era el minuto 119 de la final de la Carabao Cup y el técnico alemán del Chelsea, Thomas Tuchel, recurrió a un arma del pasado: ante la inminente tanda de penales, cambiaría a sus porteros con la esperanza de que el Liverpool entendiera que un especialista había entrado a la cancha, como hiciera el holandés Louis Van Gaal en el mundial de Brasil 2014, pero esta vez no resultó.
Tuchel mandó el cambio y el senegalés Édouard Mendy se quitó los guantes para darle su lugar al español Kepa Arrizabalaga con la esperanza de emular lo que había sucedido en la final de la Supercopa de Europa donde el meta ibérico también entró solo a los penales contra el Villarreal y traes detener un lanzamiento a Raúl Albiol, su escuadra se coronó.
Pero esta vez a los jugadores del Liverpool no les temblaron las piernas. En cada lanzamiento lograron vencer al guardameta, pero había un problema, los jugadores del Chelsea tampoco erraban y todos los tiros que fueron lanzados desde la mancha blanca del área acabaron reposando en la red, hasta que llegó el turno de los porteros.
Ningún jugador de campo fallo su tiro, así que fue turno de los metas el tratar de marcar su gol. El primer turno fue para el irlandés Caoimhín Keller, quien decidió cruzar su tiro para engañar a Kepa y dejar todo el peso del campeonato sobre su contraparte rival.
Kepa, infundado en su vestimenta gris colocó el balón, tomó 3 pasos hacia atrás y comenzó a correr hacia el balón para pegarle de pierna derecha: priorizó la fuerza sobre la colocación y el balón terminó en la tribuna ante el vuelo de Keller y con ello, el Liverpool se alzó con el trofeo.
Durante los 120 minutos de futbol, los jugadores más determinantes fueron los porteros, pues ante todos los embates estuvieron correctos en sus intervenciones que guiaron a la tanda de penales.
Con este nuevo trofeo, el Liverpool logró el desempate con el Manchester City como las escuadras con más títulos de este torneo pues ahora los dirigidos por el alemán Jürgen Klopp tienen 9 trofeos por 8 de los pupilos del español Pep Guardiola.
Por su parte, Chelsea se quedó con un récord de 5 finales ganadas y 5 finales perdidas: su más reciente título de este torneo lo alzó en 2015.
Eran los cuartos de final del mundial de Brasil 2014 cuando Holanda y Costa Rica, en su batalla por un boleto a semifinales, enfrentaban una tanda de penales con lo que Van Gaal decidió sacar de último minuto al meta Jasper Cillesen y darle su lugar Tim Krul.
Aquella ocasión, Krul no había jugado un solo minuto antes de hacer su aparición en tierras brasileñas y aun así logró atajar dos penales ticos para dar el pase a Holanda a la antesala del partido más importante del Mundial; esta vez, la suerte quedó del lado de Liverpool que no cayó en la trampa y luego de 22 penales, salió campeón.
