¿El fin de los jeans? Así cambió la pandemia la moda y tendencias de belleza
12 de febrero, 2021 | 03:01 p.m.La pandemia llegó a nuestro país en marzo del 2020 y entonces todos pensamos que nos guardaríamos en casa por un par de semanas, quizás hasta 40 días, pero nunca creímos que la cuarentena se haría eterna, pues estamos por cumplir un año en confinamiento… Y todo nos cambió, ¡hasta la forma de vestir y de maquillarnos! (un momento… ¿Nos seguimos maquillando?).
¿Has tratado de usar los jeans que antes eran tus favoritos para ir a trabajar? ¿Cuando te los pusiste pensaste en lo incómoda que es la mezclilla? ¿Te preguntas cómo es que antes te fascinaban y ahora te parecen lo más molestos? ¿Peor aún, no te cierran y desde que inició el confinamiento has optado por pants, leggings y pijamas que ahora son tus nuevos outfits?
¡Tranquilo que ya te decimos que no eres el único, todos estamos igual que tú! Y para probarlo aquí te vamos a enumerar cinco puntos en los que la moda cambió como consecuencia de la pandemia. ¿Con cuántos de estos te identificas?
El cambio de código de vestimenta
Esto se nota especialmente en las personas con códigos de vestimenta estrictos en sus empleos, como aquellos que necesariamente debían usar prendas formales (trajes, blazers, pantalones de vestir, tacones, blusas) y que ahora, con la pandemia y el teletrabajo, pudieron relajarse y darle la bienvenida en su armario a prendas más bien casuales (leggings, shorts, pants, sudaderas, sostenes deportivos, pantuflas, Crocs). Sí, todos esos empleados pasaron a vestir como los “viernes casuales de la oficina”, en donde se vale usar outfits relajados y sobretodo, cómodos.
Además de la comodidad, el que más empleados estén en su casa teletrabajando, ha hecho que sus gastos en las tintorerías se reduzcan dramáticamente, y qué decir de la actividad de planchar… Ya son pocas las personas que dedican parte de su día a desarrugar las camisas.
¿El fin de los jeans?
¿Estamos ante el fin de la mezclilla y los jeans? Son varios los usuarios de Internet (hombres y mujeres) que a través de sus redes sociales dejan claro que llevan meses sin usar un par de jeans, otros, aseguran que intentaron ponerse unos, pero “wow, me los quité al segundo; se sienten tan incómodos y restrictivos”, y es que después de meses de usar leggings, pants, joggers y vestidos largos, la ropa ajustada, como los skinny jeans han perdido su encanto y están en peligro de extinción.
Las nuevas reglas en el mundo de la belleza
No sólo nuestra ropa fue modificada en el confinamiento, sino también las tendencias de belleza y es que muchas mujeres ya no nos estamos maquillando ni pasamos horas tratando de peinarnos con la plancha, secadora o rizadora. Nada de eso… Ahora hemos dejado crecer nuestras melenas, incluso, algunas dejaron de depilar sus cejas y las dejaron crecer tal y como son, y qué decir de los tintes de pelo que nos esclavizan; cada vez más chicas optan por dejar sus canas al aire y lucirlas con mucho orgullo, pues ¿para que gastar cifras estratosféricas de dinero en cambios de look si todo el día estamos en casa?
En el maquillaje las cosas también han cambiado muchísimo y es que muchas chicas creen que no es necesario recurrir al make up cuando están todo el día confinadas en casa… No sólo eso, las pocas ocasiones en que llegan a salir no conciben usar bases de larga duración porque éstas se difuminarán con el roce de las mascarillas faciales. Ya ni hablemos de los labiales, pues con los cubrebocas puestos todo el día, ¿quién verá la tonalidad de nuestros labios?
Incluso, las marcas de belleza más importantes en la industria, han tenido que repensar sus productos y apostar por las tendencias más sutiles y de "cara lavada"; muy alineado del estilo de las orientales. Para muestra, la nueva línea de make up de Selena Gomez, Rare Beauty, productos que en su totalidad son de crema, no de polvo, y con tonalidades apenas perceptibles, como si pareciera que no traes nada encima (la cultura del effortless)
Qué vivan los colores llamativos en las prendas (Dopamine Dressing)
Aunque en la región de América las personas no suelen ser tan estrictas con las temporadas de moda (primavera-verano/ otoño-invierno), en regiones como Europa y Asia cada temporada dicta los códigos de vestimenta, así es común ver a las chicas europeas optar en otoño-invierno por ropa con tonalidades básicas (negras, azules, camel, beige) y nada más que eso, dejando de lado las tonalidades llamativas y coloridas únicamente para primavera-verano, pero con el confinamiento, el respeto por los tiempos en la moda también ha cambiado y en el hogar nadie sigue al pie de la letra las tendencias por temporada, sino que ahora, hasta nos hemos decidido por llevar outfits coloridos y alejados de las tonalidades básicas aunque sea en los meses más fríos.
¿Por qué lo estamos haciendo? Se le conoce como el 'Dopamine Dressing'; es decir, que el uso de tonalidades vibrantes y coloridas nos alegra la existencia en los días más grises que la Humanidad está viviendo a causa del encierro.
Hemos dejado de comprar cada temporada... Ahora lo hacemos una vez al año
El punto más extremo en la industria de la moda radica no en lo que usamos, sino en cómo compramos. Atrás ha quedado el "fast fashion" que tanto daño hace al medio ambiente; pues la industria de la moda es responsable del 10 por ciento del total de las emisiones de dióxido de carbono cada año.
Así, nos hemos visto obligados como clientes a terminar con el negocio del fast fashion y optar por vestir con lo que ya tenemos en el armario, sin importar si se apega o no a lo que dictan las temporadas de moda.
Asimismo, ir de "shopping" era todo un placer, pues podíamos ir con nuestras amigas, pasar horas en los probadores decidiendo qué se ve mejor, y divirtiéndonos como enanas, pero con la pandemia los probadores quedaron en el olvido, pues dada la contagiosidad del virus de la Covid-19 no podemos probarnos nada en las tiendas.
Así, o tenemos que comprar la ropa sin probarla, (esperando que nos quede perfectamente) o tenemos que comprar en línea y eso también es un volado, porque nunca sabremos a detalle cómo quedan las prendas, sino hasta que ya las pagaste y las recibiste, por eso, ha tomado fuerza el término “quarantine on consumption” (cuarentena de consumo), que básicamente consiste en aprender a ser felices (y sentirnos bien) con una sola prenda, por ejemplo, ese vestido que no has dejado de usar en todo el confinamiento, o esos pants y sudadera que ya son un must en tu armario.
Así de drástico ha sido el cambio en la moda y la belleza desde que la pandemia llegó a nuestras vidas. ¿Con cuántos de estos puntos te identificas? ¡Nosotros con TODOS!
Con información de The Guardian.
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