Irma Serrano y su estatua del Diablo que se hizo con madera de un árbol maldito (VIDEO)
El periodista Chucho Gallegos contó la historia de la estatua del Diablo que Irma Serrano tenía en la entrada de su mansión.La actriz mexicana Irma Serrano murió de un infarto fulminante a sus 89 años, por lo que hoy comenzaron a surgir varias anécdotas relacionadas con su vida y obra.
Una de las historias más inquietantes sobre ‘La Tigresa’ es la de la estatua del Diablo que poseía, en una mansión que compartía con el expresidente Gustavo Díaz Ordaz.
La casa estaba ubicada en el Pedregal de San Ángel de la alcaldía Álvaro Obregón, un sitio que la famosa y el político empleaban exclusivamente para vivir su romance.
Quien contó sobre la existencia del demonio fue el periodista Chucho Gallegos, pues él vio con sus propios ojos esa figura y hasta se enteró de la macabra historia detrás de su creación.
Hace dos años, en entrevista con el programa ‘De primera mano’, el comunicador relató que la obra fue mandada a hacer por el general Gonzalo Natividad Santos Rivera.
Él tenía un árbol en su hacienda de San Luis Potosí, donde mandaba colgar a todos los que consideraba ‘traidores’. Luego decidió darle otro uso: lo cortó, recolectó la madera y con ella mandó tallar dos estatuas del Diablo con el miembro expuesto.
El miembro del PRI se quedó con una, mientras que otra se la regaló a Gustavo Díaz Ordaz y él la llevó a la residencia donde habitaba en secreto con Irma Serrano.
Así descubrieron la estatua del Diablo que poseía Irma Serrano
En su charla con Gustavo Adolfo Infante, Chucho Gallegos relató que, durante una visita recreativa, pudo ver al demonio con el que habitaba ‘La Tigresa’.
“Por ahí de 1966 fuimos Marco Antonio Alfaro, Edgar Galeana y yo a visitar a Irma Serrano. Cuando el señor Gustavo Díaz Ordaz era presidente le dio una casa en el Pedregal de San Ángel, que exclusivamente cobijaba su amor”, indicó.
“El papá de don Gastón Santos tenía un árbol donde colgaba a los traidores y de ese árbol cortó madera. No lo creía yo, pero lo vi. Hizo dos diablos, los mandó a tallar con el pene de fuera. Uno se quedó en la hacienda del papá de don Gastón en San Luis Potosí y el otro en la casa de La Tigresa”, aseguró Chucho Gallegos.
“Cuando la fuimos a ver estábamos en la chorcha y prometía una tarde con aire de cariño nuevo, pero resulta que de momento entró corriendo el guardia y le dijo a Irma: ‘señora, el presidente ya está abriendo el garaje’. Pues corrimos”, contó en ‘De primera mano’.
Lo curioso es que ese día Marco Antonio Alfaro dejó colgado su saco en el miembro de la estatua del Diablo que poseía Irma Serrano, por lo que Gustavo Díaz Ordaz se puso celoso al darse cuenta de que otro hombre había estado en la casa cuando él estaba ausente.
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