¿Qué le pasó a Lyn May en la cara? La historia real de su deformación

Lyn May, quien declaró que durmió con el cadáver de su esposo Antonio Chi-Xuo, se ha caracterizado por estar siempre en boca de todos. La vedette que cumplirá 70 años el próximo diciembre no ha parado hacerse cambios estéticos en su rostro.

El verdadero nombre de Lyn May es Liliana Mendiola Mayanes, sus orígenes como vedette se remontan cuando el periodista Pedro Cardona la convence de viajar a la Ciudad de México con la intención de que se integrara al cuadro de bailarinas de “Siempre en Domingo”, conducido por Raúl Velasco.

A partir de entonces se abrió paso en el mundo artístico participando en más de 40 proyectos de teatro, cine y televisión. Su primera película fue “Tívoli” en 1975, en donde se retrata con nostalgia el ambiente nocturno de la capital.

¿Cuál fue la primera cirugía de Lyn May?

En la década de los 70, se le consideró a Lyn May una mujer bellísima, pero en su afán por mejorar su aspecto físico comenzó a someterse a diversas intervenciones. La actriz de “Noches de Cabaret” comenzó a hacerse cirugías plásticas cuando tenía alrededor de 18 años, una de ellas le arruinó el rostro y le deformó los pómulos.

¿Por qué Lyn May tiene la cara así?

La famosa actriz del cine de ficheras declaró en alguna ocasión que su nuevo rostro la orilló a cometer suicidio, pues no soportaba el hecho de mirarse en el espejo, pero sus hijas fueron su más grande razón para seguir viviendo. Para su mala suerte se cruzó con una charlatana que le deshizo la cara tras inyectarle aceite de cocina.

"Cuando me empecé a poner aceite no tenía idea, tenía 25 años, no lo necesitaba, pero llegó una mujer a decirme que me iba a ver más guapa, que iba a quedar más bonita y con tal de ganar dinero me engañaron, me inyectaron y me fue de la fregada", contó Lyn May en una entrevista para María Patricia Castañeda.

Su vida fue todo un calvario, Lyn May asegura que quedó traumada y no le gustaba verse en las entrevistas; recurrió a muchos médicos, pero solo la dejaban peor, hasta que encontró al cirujano José Achar en busca de un nuevo rostro a pesar de no volver a ser la misma de antes.