Jorge Ortiz de Pinedo es uno de los actores que más han gustado con sus interpretaciones en el mundo actoral de México. Debido a su popularidad, causó gran preocupación hace algún tiempo al regresar a la vida pública con oxígeno. Esto es todo acerca de su enfermedad.
En entrevista con la periodista Matilde Obregón, el comediante habló sobre cómo su salud se ha visto mermada y cómo esto ha afectado su carrera profesional.
Por ahora no mantiene mucha interacción en redes sociales mas que para promocionar algunos de sus más recientes trabajos.
Hace casi 10 años se le diagnosticó un padecimiento que lo dejó con oxígeno de por vida: EPOC, la enfermedad pulmonar crónica.
“Agradezco la salud que tengo, que no es buena. No es buena porque me dio hace 8 años cáncer, me detectaron un tumor en el pulmón izquierdo, en el lóbulo superior, y me lo quitaron completo. Ese susto que pasé me provocó diabetes, soy diabético. Y por haber fumado 47 años de mi vida tengo EPOC, la enfermedad pulmonar crónica”, expresó.
El intérprete del doctor Cándido Pérez mencionó que ya está resignado a que su muerte será dolorosa, pero aún continúa en la batalla: “Estoy condenado a morir un día asfixiado porque no voy a poder respirar bien, eso es una condena, es natural”. A pesar de eso todavía mantiene las ganas de seguir con sus actividades diarias y desempeñarlas de la manera más normal posible.
Así es actualmente la vida de Jorge Ortiz de Pinedo
El mexicano confesó que sí se le dificulta trabajar como antes, más en la Ciudad de México por su altitud, pero tomó algunas alternativas para vivir más tranquilo y ahora reside en Acapulco.
“A mí me cuesta mucho trabajo respirar. En esta Ciudad de México, a 2 mil 250 metros sobre el nivel del mar, la vida es muy difícil para los que tenemos EPOC y peor para quienes no tenemos todos los pulmones completos, entonces los médicos se admiran un poco porque esta manera que yo tengo de hablar, de respirar, de aguantar el aire para poder hablar mucho, me ha hecho una caja toráxica fuerte”, dijo.
A pesar de ello continuará esforzándose por trabajar y vivir hasta que su cuerpo se lo permita.
“Yo me sobrepuse a esto y dije: ‘Me han pasado muchas cosas en la vida’, esto es una cuestión de salud y hay gente, mucha gente en la Ciudad de México que tiene esta enfermedad y sigue trabajando hasta donde Dios nos dé licencia”, concluyó.
