Cine de oro: Este fue el polémico motivo por el que Sara García odiaba a Jorge Negrete

Sara García, quien fue apodada como "la abuelita del cine mexicano", fue muy querida no sólo por el público, sino también por sus compañeros de trabajo, quienes siempre se expresaban bien de ella como persona y compañera.

No obstante, hubo un actor que no tuvo la misma suerte que los demás, ya que se dice que a Jorge Negrete siempre lo trató con desprecio.

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¿Por qué Sara García no quería a Jorge Negrete?

Lo anterior debido a que Sara pensó que se aprovechó de sus artimañas de seductor para obtener un papel en La Madrina del Diablo.

Esto debido a que su hija María Fernanda Ibañez fue quien se encargó de recomendar a Negrete para su primer papel estelar, en la cinta en la que ella era coprotagonista.

Además, se dice, que lo que más molestó a García fue el hecho de que mientras Negrete salía con María Luisa Zea, detrás de cámaras pretendía a su hija, quien aún no era mayor de edad, ya que recién había cumplido lo 17, mientras que el charro tenía 26.

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¿Hubo un romance entre Negrete y la hija de Sara García?

Por tal motivo, el romance entre ambos actores jamás prosperó; no obstante, el charro siempre le guardó cariño, por lo que lamentó que María Fernanda haya muerto tan joven.

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Y es que el 17 de octubre de 1940, Sara estaba en plena puesta en escena cuando le informaron que su hija de 20 años de edad, había perdido la vida.

En una casualidad tétrica, supo que la causa de muerte fue fiebre tifoidea, la misma enfermedad por la que Felipa Hidalgo Rodríguez, su madre, falleció muchos años antes.

Se cuenta que cuando Sara García tenía apenas 10 años, enfermó gravemente de tifoidea. Aunque los doctores lograron salvarla, la pequeña terminó terminó contagiando a su madre.

Ello resultaría mortal para Felipa, pues al poco tiempo murió y Sara se quedó huérfana, bajo la tutela de Cecilia Mallet, la directora del colegio donde estudiaba.

Tras la pérdida de su única y querida hija, Sara no volvió a casarse, ni tampoco tuvo más hijos. Prefirió dedicarse a  su carrera actoral y, cuando finalmente aceptó su papel como la abuela eterna del cine, comenzó a ser reconocida como tal.

Cabe mencionar que para hacerlo Sara García se sacó un total de 14 piezas dentales para que su rostro reflejara el de una mujer de la tercera edad en la cinta "Allá en el trópico" (1940).