La dura infancia que llevó a Verónica Castro a querer ser monja

Verónica Castro es una de las actrices con un sinfín de anécdotas en su vida, desde haber enamorado a Diego Armando Maradona hasta querer ser monja en algún momento de su vida.

¿Por qué Verónica Castro quería ser monja?

Verónica Castro es una de las figuras más importantes del ambiente artístico, como actriz fue una de las vacas sagradas de Televisa durante dos décadas y una de las consentidas de la familia Azcárraga.

Además de actriz, la ‘Vero’ fue también conductora y cantante, grabó diversos discos en su carrera y presentó programas en el Canal 2 de Televisa en horario estelar.

Pero antes de saltar a la fama, la actriz de ‘Los ricos también lloran’ confesó que quería ser monja y hasta llegó a entrenarse para llegar a ser parte de un convento en algún momento de su vida.

"Había tratado de ser monja. Daba catecismo a la vuelta de la casa [donde entonces vivía], a dos cuadras", confesó Castro al programa mexicano de televisión Ventaneando (TV Azteca).

EFE | Verónica Castro es una de las actrices más famosas de México. | Foto: EFE

¿Quién descubrió a Xavier López ‘Chabelo’?

En aquel entonces, Verónica Castro no era famosa, pero pocos saben que Xavier López ‘Chabelo’ descubrió su talento y la llevó a su programa.

Por otra parte, Verónica Castro dijo que viene de una familia llena de actores, la cual le heredó el gusto por esta actividad y desde que tenía 14 años, logró ganarse una beca para cumplir sus sueños.

"Vengo de una descendencia muy fuerte [de artistas], mi abuela hasta del cine mudo. Aunque no tuvimos la conexión de vernos, por la separación de mis padres, pero sí lo traía yo. Dicen que me parecía mucho más a mi abuela, de parte de mi papá, que a mi mamá. Aunque yo digo que me parezco más a mi mamá", relató.

"Me dan la oportunidad de estudiar con Andrés Soler, me da la beca y ahí es donde empieza [mi interés artístico]", agregó.

De esta forma, antes de convertirse en la famosa Verónica Castro, la presentadora quería ser monja y vivir en un convento.

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