Por este motivo, la frecuencia cardíaca en reposo es esencial al entrenar

Monitorear nuestra frecuencia cardíaca es una de las mejores formas de evaluar nuestra condición física, sobre todo si nos dedicamos al deporte. De esta manera podemos ayudar a lograr la recuperación general y estar muy conscientes de nuestra salud cardiovascular.

En los últimos tiempos se ha puesto de moda el entrenamiento de potencia, pero de igual manera, muchos deportistas siguen usando algún tipo de dispositivo para controlar sus pulsaciones.

La explicación de esto, no es otra que la de saber cómo funciona nuestro corazón en todos los momentos del día, sobre todo cuando estamos haciendo un esfuerzo superior al acostumbrado.

Además, esto nos ayuda a saber en que zona estamos trabajando, recordemos que las zonas 1, 2, 3, 4 y 5 nos alertan sobre el esfuerzo que está haciendo nuestro corazón al realizar un ejercicio.

Siendo la zona 1 un espacio donde no se realiza ningún esfuerzo y la zona 5 donde nuestras palpitaciones están al máximo de nuestra resistencia, situación que si se prolonga puede ser peligroso.

Una frecuencia cardíaca baja

Pero volviendo al tema de esta nota, vamos a hablar de la frecuencia cardíaca en reposo, es decir la cantidad de latidos que realiza tu corazón en un minuto de descanso.

Esta medida normalmente se toma apenas nos despertamos, pero con los nuevos dispositivos, tales como los relojes deportivos y otros, podemos monitorear nuestro corazón a todas horas.

Las pulsaciones normales varías de 60 a 100 por minuto, si tu medición es superior, estas en lo que se llama taquicardia y si es inferior se llama bradicardia. En cualquiera de los casos no dudes en consultar a un profesional de la salud, para descartar cualquier situación irregular.

En el caso de los deportistas, sobre todo los que hacen deportes de resistencia como running, trail running y ciclismo, la bradicardia es algo sumamente común, ya que el organismo se adapta a tanto esfuerzo que el corazón late más lento cuando estamos en reposo.

De hecho, en los deportistas es muy común tener el corazón un poco más grande para así poder impulsar mayor cantidad de sangre con cada latido y este aumento de tamaño hace que su frecuencia de latidos sea menor.

A tal punto, que es de lo más normal que un deportista que realiza una actividad frecuente, tenga pulsaciones que oscilan entre las 30 y 50 por minuto, estando en reposo.

Y esta es una de las principales razones por las cuales a todos los que realizan actividades de resistencia se les exige una prueba de esfuerzo como lo es la ergometría para garantizar una buena salud cardiovascular.

Dado todo lo explicado anteriormente, es que podemos decir, sin temor a equivocarnos que, una frecuencia cardiaca en bradicardia, siendo deportistas de elite o sumamente entrenados, responde a una excelente adaptación cardiovascular.

¿Cambios en nuestras pulsaciones? ¿a qué se debe?

• Si bien, tener una frecuencia cardíaca baja, siendo deportista es bueno, no se trata de un parámetro estable y que se mantenga en el tiempo, ya que diferentes circunstancias en nuestra vida pueden hacer que esto cambie y es justamente a eso a lo que debemos prestar especial atención.
• Cuando llevamos un control diario podemos notar que, por ejemplo, la frecuencia cardíaca aumenta de un día para otro, esto puede deberse a diferentes motivos.

• Si hemos realizado el día previo una actividad intensa es muy normal que suceda este aumento de latidos, y significa que el organismo aun se está recuperando del esfuerzo.
• Otro de los motivos puede ser la falta de sueño, una noche de desvelo o varias, harán que nuestras pulsaciones se disparen puesto que el cuerpo está realizando mayor esfuerzo para mantenerse activo.
• Si notas que tus pulsaciones no vuelven a la normalidad en unos días, es una señal de que debes consultar con un médico especialista, para descargar algún problema cardíaco.

• Un motivo, que pocas veces tenemos en cuenta en cuanto al aumento de nuestras pulsaciones, es que estemos por enfermarnos y nuestro organismo está preparándose para combatir la infección.
• Ese es momento de reposar y darle la oportunidad a nuestro cuerpo de recuperarse, por lo que intenta no entrenar esos días, el reposo suele ser una parte importante de la cura.
• Es por todo esto que es tan importante mantener un control exhaustivo de nuestras pulsaciones y como dije antes, mucho más si dedicamos una buena parte de nuestro tiempo a entrenar.

Claro está que, en el momento que dejes de hacer actividad, tus latidos, de a poco, volverán a ser como los de una persona que no hace actividad física, pero no te preocupes en cuanto vuelvas a tu rutina de entreno tu recuperación será mucho más rápida.