Gerard Piqué ha alcanzado la fortuna y la fama (no siempre la buena, con la separación de Shakira, pero fama al fin), es un exitoso empresario, fue un maravilloso futbolista, supo tener una linda familia y ahora con su nueva pareja, Clara Chía, busca mejorar sus relaciones con la colombiana por el bien de sus hijos y aún así no deja de lado su primera infancia y recuerda con mucho cariño esos años.
Se sabe que el empresario suele visitar su primera escuela a la que asistió de niño, la que está en el barrio donde viven sus padres, si estamos hablando de La Salle Bonanova, donde tuvo su primera maestra, alguien que quedó siempre en su corazón con un maravilloso recuerdo: la seño Paquita.
Según cuentan quienes lo conocieron es esa etapa de su vida, era un niño simpático y agradable, siempre dispuesto a formar parte de un equipo, algo que el mismo Gerard ha demostrado a lo largo de su carrera como futbolista profesional.
Un chico cariñoso, divertido y muy competitivo en cada área de su vida, con muchas ganas de futbol, lo que lo llevó a lograr su sueño y anhelo en el Barcelona. Claro que esta descripción podría ser de cualquier niño que ame el deporte del balón, pero Piqué destacó y logró ingresar en las inferiores del azulgrana, mientras lo demás es historia que todos conocemos.