Desde el centro de rehabilitación cubano, Maradona, rodeado de aduladores, encontraba difícil desengancharse, y fue entonces cuando Clapton ofreció llevarlo gratis a su centro en Antigua para un tratamiento efectivo.
La periodista argentina María Laura Avignolo lideró la iniciativa de contactar a Clapton, buscando trasladar a Maradona desde el fallido tratamiento en Cuba hasta Crossroads, el paradisiaco centro de rehabilitación del músico.
A pesar de la difícil situación en Cuba y la oferta de Clapton, Maradona aceptó rápidamente la idea de trasladarse a Antigua, y Avignolo, junto a Ian y Nidia, mantuvieron en secreto la misión de convencer al ídolo del futbol.
Crossroads, creado por Clapton en 1988, ofrecía un tratamiento personalizado en un entorno idílico de playas y lujo, pero a pesar de los esfuerzos, Maradona nunca llegó al centro de rehabilitación en Antigua.
Durante la gira de Clapton por Japón en noviembre de 2001, se logró un contacto telefónico con Maradona, pero el ídolo del futbol no cumplió con el plan de tratamiento y regresó a Argentina, retomando su vida de excesos.
Aunque el intento fallido se mantuvo en secreto, la historia se reveló después de la muerte de Maradona, destacando la colaboración intensa pero infructuosa entre el músico y el futbolista para superar las adicciones.
La relación entre Maradona, quien también tuvo contacto con la mafia en Italia, y Clapton terminó abruptamente, sin más comunicación entre ambos después de esta colaboración. La historia, ahora revelada, muestra la conexión única entre dos íconos y su lucha compartida contra las adicciones.
