El extraño caso del niño que nació con “piel de perro”, cubierto de miles de pliegues

En 1993 nació Tom Tennent, producto del amor entre Debbie y su esposo Geoff, quienes habían vivido un embarazo en pareja de forma ‘normal´, con exámenes prenatales favorables y con un buen estado de salud de la mamá gestante, el día del parto quedaron perplejos.

El aspecto de su recién nacido no era como lo esperaban, incluso se trataba de algo nunca antes visto, a lo que no daban crédito, su hijo padecía una extraña condición con pocas o casi nada de respuestas por parte de los doctores, ya que durante toda el periodo de gestación no se había presentado ninguna anomalía.

“Mi corazón se me subió a la garganta, pero al mismo tiempo también había amor y solo quería abrazarlo y levantarlo”, confesó en una entrevista Debbie Tennent.

El pequeño Tom había nacido con exceso de piel, tanta que alcanzaba en ese momento para cubrir el cuerpo de un niño de 5 años. Era un bebé sano, solamente estaba lleno de pliegues, con un alarmante exceso.

“Se podría ver el fluido en su piel cuando se movía, todos esos pliegues”, dijo el especialista en medicina.

Esta anomalía sin precedentes representaba una gran labor en el hogar, tenían que mover al bebé cada hora, en sus pliegues comenzaron a formarse heridas y salir a la calle era un martirio por las burlas que recibía.

“¡Mami, mami, mira a ese bebé mono”, declaró Geoff, padre de Tom.

De acuerdo con los especialistas, la condición de Tom pudo deberse a un extraño gen recesivo y encontraron que tenía similitudes con el perro de raza shar pei, lo que les sirvió para plantear una solución al problema del niño.

El diagnóstico de Tom, el niño que nació con excesos de pliegues de piel en realidad tenía exceso de ácido hialurónico, 100 veces más que la cantidad en una persona normal. Sin embargo, como la raza de perros shar pei, los médicos dijeron que con el paso del tiempo los pliegues desaparecerían y su apariencia se volvería más natural.