Las rúbricas datan del Antiguo Egipto con los escribas, quienes eran los cultos y expertos en la escritura encargados de sellar decretos usando un anillo o troquel como forma autentificación. Durante la Edad Media, la firma se generalizó en los monasterios.
La firma y la personalidad
Parecieran solo trazos o dibujos que ornamentan el nombre de una persona, pero pueden revelar curiosos rasgos de personalidad, y como dato curioso, nunca una persona va a firmar igual ya que el cerebro envía una señal a la mano reflejando el estado de ánimo en ese momento. Además, los trazos que fueron elegidos libremente por cada persona siempre revelarán su autoimagen.
Personalidad según las características de la firma
Tamaño
En la medida en que una persona haga su firma muy grande significa que es extrovertida, si la hace muy pequeña, por lo tanto, es introvertida, tímida e insegura. Un tamaño normal es alrededor de 1.5 centímetros.
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Legibilidad
Si al momento de firmar se puede entender y leer con claridad lo que se plasmé, se dice que la persona es sincera y franca. Las firmas ilegibles aluden a personas desconfiadas con resistencia a la autoridad. En caso de que solo se entiendan un par de letras, significa que esa persona se toma un tiempo antes de confiar en alguien.
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Inclinación
Una rúbrica que se inclina hacia arriba denota aspiración y crecimiento; si se inclina hacia la parte inferior refleja apatía y resignación. Si la firma es completamente horizontal, se dice que la persona es centrada y equilibrada.
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Forma
Si una persona suele plasmar curvas, quiere decir que tiene una personalidad amable, con gustos estéticos y de buenos modales. Aquellos que colocan más líneas rectas, significa que son muy estrictos con el orden y exigentes, pues son disciplinados.
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¿Nombre o Apellido?
El nombre representa el individualismo, mientras que el apellido a la familia; por lo tanto, refleja un rasgo importante de las personas para saber a qué le podrían dar más importancia.
De acuerdo con los expertos, la firma es una autorrepresentación y la expresión del núcleo más íntimo, privado y más real de la personalidad.
