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¿De dónde viene la frase “Lástima Margarito”?

Aunque todos la hemos usado en algún momento para burlarnos de alguien, hoy te contamos el origen de la frase.

La famosa frase "Lástima Margarito" surgió en la tele.
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"Lo siento", "para la próxima" o "lo intentaste" son frases que bien podrían sustituirla. Pero no, cuando fallas y quieren que todo el mundo sepa lo que hiciste aparece un estruendoso "Lástima Margarito". Claro que también la hemos usado en contra de otros y no se siente tan mal. Pero si te has preguntado por qué ese nombre en lugar de uno de tus familiares, aquí te lo contamos.

Es muy del mexicano tener una frase hecha para cuando pasan ciertas cosas o palabras que solo conocemos aquí como "chido". En este caso, si no la conocías, esta icónica señal se usa para burlarte del otro cuando no pasó lo que quería que sucediera.

De aquí viene la frase "Lástima Margarito"

Debes saber que muchas otras palabras de nuestro informal vocabulario, la frase salió de la televisión. No es anormal que suceda esto porque ya lo vivimos con el Chavo y algunas de sus icónicas palabras.

Esta frase salió fresca desde los foros de IMEVISIÓN, lo que hoy todos conocemos como TV Azteca. Ahí había un programa llamado "La Caravana" que era conducido nada más y nada menos que Ausencio Cruz y Víctor Trujillo.

En él había un sketch que aparecía casi al finalizar el programa. Se llamaba "La Pirinola", el cual podías llevarte una módica cantidad de unos millones de pesos, claro, de los antiguos. Trujillo interpretaba a un presentador llamado Johnny Latino mientras que el concursante era Margarito Pérez, a cargo de Ausencio Cruz. 

A pesar de que Pérez pasaba a la segunda fase sin problema alguno, por ahí aparecía un truco para evitar que siguiera avanzando. Cuando perdia, de la voz de Johnny salía un "Láááástiiiimaaa Margarito". Para rematar, el conductor le pedía a las chicas que aparecían ahí que se lo llevaran al baile.

Sin pruebas, pero tampoco dudas, alguien ya habrá dicho antes esta frase a un amigo o cualquiera que tuviera a algún conocido con este distintivo nombre. Sin embargo, no había cámaras para constatar el hecho y no se hizo famosa a tiempo.

Lo importante es que ahora sabemos de dónde viene una de esas frases que ya sabes que es de un mexicano porque difícilmente alguien que no es compatriota te dirá cuándo te equivoques: "Lástima Margarito".