Cuántas veces en medio del chisme o la fiesta has escuchado que alguien "viene hasta las manitas", seguramente muchas ya que es una frase muy popular en el territorio mexicano, pero ¿sabes de dónde proviene?
Resulta que aunque la frase siempre ha estado relacionada a las bebidas alcohólicas, en realidad no fue creada para hablar de una persona que se excedió de copas.
Después de la conquista, la bebida hecha en las haciendas pulqueras de Puebla, Hidalgo y Tlaxcala se convirtió en una de las preferidas de la gente que vivía en la Ciudad de México; por ello, la persona que transportaba el "elixir de los dioses" no se daba abasto para atender todas las demandas de sus compradores, debido a que el tamaño de sus recipientes era pequeño.
¿Cuál es el divertido origen de la frase mexicana "viene hasta las manitas?
Por tal motivo, con el fin de surtir a todos, en el siglo XIX, comenzaron a utilizar "odres", que eran contenedores hechos de piel de animal, principalmente de cerdo, chivo o cabrito.
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De ahí surgió la expresión de "viene hasta las manitas", la cual hacía referencia a que el cuero estaba lleno y no le estaban "robando" pulque a la persona que había hecho su pedido.
En la primera mitad del siglo XX muchas pulquerías desaparecieron y las que subsistían no tenían muchos clientes, debido a que el mito de la “muñeca”, que refería el uso de materia fecal para la elaboración del pulque, desalentó su consumo. Además estos establecimientos se vieron opacados por la llegada de cervecerías.
Fue así que con el paso del tiempo la frase tuvo un giro de 180 grados y se ocupó para señalar a personas que están bajo las influencias del alcohol o que lucen con una actitud embriagadora en cualquier situación; es decir, que se ve que "viene hasta las manitas" (llenos de alcohol).
