Chernobyl Mexicano: ¿Dónde está y por qué se llama así a una localidad tapatía?
¿Sabías estos detalles sobre el Chernobyl Mexicano? Te compartimos un detalle perturbador sobre este sitio que se hizo viral.
México tiene en su historia más que monumentos o ruinas prehispánicas, también hay toda clase de leyendas urbanas que caracterizan al país. Una de ellas es la del Chernobyl Mexicano, un sitio en Guadalajara que lleva este nombre por un par de coincidencias.
El sitio ubicado en la localidad tapatía se hizo muy relevante en las últimas semanas puesto que el creador de contenido Yulay visitó el sitio con un dron y recorrió el complejo para conocer más de cerca el lugar que se ha caracterizado por ser muy perturbador y un poco tenebroso.
Este complejo se encuentra en Tlajomulco de Zúñiga -a 20 minutos en auto del centro de Guadalajara-, en este punto hay un complejo de edificios con poco más de 800 habitaciones vacías que evocan la soledad de la zona cercana al accidente nuclear que ocurrió el 26 de abril de 1986 en la central nuclear de Vladimir Illich Lenin en el norte de Ucrania.
En la antigua URSS, la explosión del reactor 4 en la central nuclear en medio de una prueba de un corte eléctrico generó este accidente que hasta el momento sigue causando muchos comentarios por la gravedad de los hechos. Sin embargo, hay que destacar que en México no se trata de un accidente relacionado con material nuclear.
En su momento se creyó que el Chernobyl Mexicano lleva este nombre porque se construyó con material radiactivo o con cobalto 60, pero nunca se documentó o se confirmó este hecho. La razón del abandono se debió en gran medida a que había mucha inestabilidad inmobiliaria y estaba muy lejos de la ciudad.
¿Por qué se dice que construyeron el Chernobyl Mexicano con material radioactivo?
En la década de los 80 se reportó una crisis radioactiva en la que el trabajador Vicente Sotelo Alardín sacó una maquina de radioterapia de un hospital privado en Ciudad Juárez, esta compra no se informó a la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS).
Sotelo se llevó la máquina y la subió en su camioneta, la separó en partes y perforó el centro radioactivo del artefacto, lo que llevó a que se esparcieran los gránulos del cobalto 60.
"Este radioisótopo es usado para terapias de pacientes que padecen de cáncer aún hoy en día, pero en esta ocasión, terminaría en las varillas y mezclas de acero de una decena de ciudades en México", reportó el medio El Tiempo.
La empresa Aceros de Chihuahua S.A luego vendió las piezas como material de construcción, razón por la que se creía que este sitio en Guadalajara fue construido con estos materiales, por lo que le llamaron el "Chernobyl Mexicano".