Uno de los oficios que pareciera irse extinguiendo poco a poco en México es el de los organilleros.
Sin embargo, este grupo de músicos que alegra tus trayectos es uno de los más apreciados por turistas, quienes incluso creen que es un tradición mexicana, pese a que su origen es alemán.
Y es que desde el siglo XIX, los organilleros han deleitado a la gente que transita por la ciudad, mientras con fuerza tocan la manivela de su caja de madera con puntillas de bronce que entona una conocida canción.
Pero ¿sabías que cada cilindro puede tocar hasta ocho piezas? Sí, cada melodía está grabada en mil 200 puntillas; es decir, que cada cilindro tiene aproximadamente 9 mil 600 puntillas.
Sin embargo, al llegar la Revolución, los organilleros cambiaron estas melodías por canciones mexicanas populares como "La Adelita" y "La Cucaracha".
Los Dorados de Pancho Villa
Su traje color beige y sus gorras militares (quepis) están inspirados en la vestimenta Doroteo Arango.
Suenan con fuerza en 3 países
Sólo Chile, Argentina y México mantiene viva esta tradición en Latinoamerica.
Profesión hereditaria
Está profesión se pasa en familias de generación en generación.
Ganan entre 200 y 500 pesos por 9 horas
Los organilleros no cuentan con un sueldo fijo, se mantienen de lo que obtienen de las propinas. Ese dinero debe ser dividido entre 3 personas: el alquiler y dos organilleros por instrumento
Pocos sitios para mantenimiento
La única mujer en la CDMX encargada de reparar y rentar organillos se encuentra en Tepito. Su nombre es Marcela Silvia Hernández Cortés
Las canciones de 'cajón'
Casi todos los cilindros cuentan con dos canciones: "Las golondrinas" y "Las mañanitas", debido a que son las más pedidas por las personas que se acercan a los organilleros.
Si quieres saber más curiosidades sigue las redes sociales de Grupo Fórmula
Con esta película Pelé llegó a Hollywood junto a Sylvester Stallone. https://t.co/O1wtGDPpfJ
Periodista especializada en espectáculos y estilo de vida. Tengo alma de detective, mi espíritu animal es Dewey haciéndose bolita y soy muy feliz comiendo elotes con chilito del que pica.