Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, fue uno de los mejores comediantes que dio México en la década del 70’. Su creación “El Chavo del 8” y “El Chapulín Colorado” fueron íconos de la televisión mundial, aunque previo a conseguirlo, el comediante intentó dedicarse al deporte profesional en dos disciplinas que amaba: el fútbol y el boxeo.
| Chespirito. Fuente: Instagram @chespirito_rgb
Sin lugar a dudas cuando se habla de televisión y las joyas que esta dejó a disposición de los espectadores, los productos “El Chavo del 8” y “El Chapulín Colorado” aparecen entre los primeros. Es que ambos contienen el talento indiscutible del mítico Roberto Gómez Bolaños que supo crear un contenido para toda la familia y que hasta el día de hoy acompaña a muchos en México y América Latina, principalmente.
| Chespirito. Fuente: Instagram @chespirito_rgb
Pero no todo en la vida del actor, dramaturgo, guionista y productor televisivo pasó estrictamente por el mundo del espectáculo y la fama. Chespirito estudió Ingeniería Mecánica con el objetivo de seguir los pasos de unos tíos que elaboraban juguetes, algo que le llamaba profundamente la atención pero a lo cual nunca le dedicó su tiempo.
Roberto Gómez Bolaños murió a los 85 años y su legado perdura en el tiempo y traspasa de generación en generación. Todos han oído alguna vez hablar de él, aunque pocos conocen que antes de dedicarse a la televisión intentó ser un deportista profesional y ser reconocido como todo un campeón.
Fueron dos los deportes a los que Chespirito intentó ponerle empeño y forjarlos como profesión. Primero fue el boxeo, actividad que practicaba en su juventud y que, por su baja estatura, terminó descartando. Luego, se enfocó en el fútbol, un deporte que desde niño tuvo como pasión y que lo acompañó durante toda su vida, pero sin ejercerlo a nivel profesional. Tal vez, esos sueños incumplidos le permitieron crear algunas de las historias que rodearon al Chavo del 8 y que le permitieron gritar en reiteradas oportunidades “Gooool de Borjas”.
