Carlos Alcaraz consiguió ayer su primer Wimbledon al vencer en una maratónica final a Novak Djokovic. El español, que seguirá siendo número del 1 del mundo, decidió renunciar a los torneos de Hamburgo y Umag, para llegar descansado a la gira americana que finalizará con el US Open.
El joven jugador murciano, de 20 años, viajará desde Londres a El Palmar, su pueblo, donde seguirá celebrando lo conseguido. Ante esto, reaparecerá en el circuito para disputar los Masters 1.000 de Toronto (Canadá) y Cincinnati (Estados Unidos).
El tenista murciano, de 20 años, se clasificó por segundo año consecutivo al torneo que cierra la temporada del circuito profesional, programado este año entre el 12 y el 19 de noviembre en el Pala Alpitour de Turín, Italia.
Alcaraz lidera este año el ATP Tour en victorias (47-4), en porcentaje de victorias (92,2%) y también en cantidad de trofeos ganados (6) con un major (Wimbledon), dos ATP Masters 1000 (Indian Wells y Madrid), dos ATP 500 (Barcelona y Queen’s Club) y un ATP 250 (Buenos Aires).
El español ocupa el primer lugar de la clasificación mundial con 9.675 puntos, por delante del serbio Novak Djokovic (8.795), el ruso Daniil Medvedev (6.520), el noruego Casper Ruud (5.005) y el griego Stefanos Tsitsipas (4.850).
Anoche se realizó la tradicional cena de campeones en el Wimbledon Park, cerca del All England Club y el español volvió a hablar de su victoria. “Fue una locura”, dijo el español ante de las risas del público. “Remontar un 6-1 a Novak es algo que no te puedes creer. Lo hace más especial ganar a una leyenda de nuestro deporte”, añadió.
La velada fue rápida, pero intensa, y sirvió para que Alcaraz demuestre una vez más lo atento que es. Pese a que le apremiaban para irse, no dejaba a nadie sin su foto y se marchó con una sonrisa de campeón. De campeón de Wimbledon.
