El pacto de caballeros entre Johan Cruyff y Telé Santana previo a una final en 1992
La Copa Intercontinental de aquel año reunió a dos director técnicos que pregonaban el buen futbol sobre todas las cosas
El 13 de diciembre de 1992, en Japón, se desarrolló la 31° final de la Copa Intercontinental. Aquel año los protagonistas fueron Barcelona de España (ganó la UEFA Champions League) y San Pablo de Brasil (ganó la Copa Libertadores).
Si bien el equipo Culé se puso en ventaja tempranamente con un auténtico gol del delantero búlgaro Hristo Stoichkov, el cuadro brasileño logró remontar el resultado con una destacada actuación de Raí, quien marcó los dos tantos que pusieron cifras definitivas al partido. De esta manera, San Pablo se consagró campeón del mundo por primera vez en su historia.
El relato de Juan Carlos Loustau sobre el pacto
- “Estaban convencidos de que perder jugando bien no es fracasar y de que en un partido leal, si se respetan los principios que los llevaron a esa instancia, no hay vencedores ni vencidos”.
- “Pero en cuarenta años de carrera nada me tocó más como haber participado en esa conversación entre Telé y Cruyff. Fue la cosa más enriquecedora que el fútbol me dio”, afirmó.
- “Aquella noche no podía dormir porque aún tenía los horarios cambiados, doce horas de diferencia con Argentina. Bajé al vestíbulo y fue cuando Telé me vio. Se levantó, me llamó y me dijo: Juan Carlos, venga que le voy a presentar a Johan Cruyff”
- “Hablaban del futbol como si fuera algo sagrado. Decían que interrumpir un partido con lesiones fingidas, esconder del balón o hacer una sustitución para ganar segundos no les resultaba válido”.
- “Cruyff y Santana querían ganar, pero no de cualquier manera, no con patrañas. Tenía que ser con sus argumentos, que eran muy parecidos”.
- “No se cansaron nunca de hablar de futbol. Hubieran seguido de no haber sido porque Telé y yo estábamos con el sueño cambiado. Eran casi las tres de la mañana de aquél 11 de diciembre y fue ahí cuando surgió el pacto, la apuesta por el juego limpio”
- “El tiempo neto que se jugó fue enorme, sin mala intención y con múltiples opciones de gol”.
Pese al resultado, una de las grandes historias que quedó de aquel cruce fue el que protagonizaron sus directores técnicos 48 horas antes. Johan Cruyff y Tele Santana se reunieron en el hall del hotel (concentraron en el mismo) y llegaron a un pacto que se dio a conocer gracias a Juan Carlos Loustau, árbitro argentino de aquel partido.