Destapan red de corrupción del promotor Greg Taylor en la Liga MX

Greg Taylor, uno de los promotores más populares y conocidos del futbol mexicano, sería la cabeza de una red de corrupción dentro de la Liga MX misma que genera millonarias ganancias a partir, entre otras cosas, de la compra y venta de futbolistas a sobreprecio en el balompié de primera división.

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Así lo dio a conocer una investigación revelada por el periodista Amir Ibrahim, director de ElQuintanaRoo.mx quien habría hecho la misma durante el periodo del 2011 al 2016. La fuente detalla que para los nexos fueran un completo éxito, Greg Taylor se habría ayudado de algunos técnicos de renombre en la Liga MX tales como Miguel Herrera, José Manuel de la Torre, Francisco Palencia, Antonio Mohamed y Gustavo Matosas, entre otros.

Ibrahim apunta que Greg Taylor dominaba prácticamente todo el futbol mexicano, pues este colocaba a sus representantes (es decir, entrenadores y promotores) en clubes específicos de la Liga MX con el objetivo de mantener a tope todo lo relacionado con la cuestión administrativa y financiera del futbol. El periodista puntualiza que durante este periodo (2011-2016) Taylor no tenía la licencia de Agente de la FIFA, por lo que, para realizar dichos trámites, utilizaba a Manuel Velarde, hoy presidente de Querétaro.

Para realizar la compra y venta de futbolistas a sobreprecio Greg Taylor habría utilizado la empresa Promanage, quien fungiría como intermediaria entre jugadores y los equipos a los que llegarían. La fuente detalla que dicha empresa adquiría un precio bajo de los derechos de traspaso de los futbolistas para, posteriormente, ofrecerlos a un valor incluso cien veces superior al original.

Así, el precio ya inflado se facturaba con base en "conceptos de comisión", por lo que los ganancias se repartían entre los conocedores del promotor y, en ocasiones, entre los propios clubes que sabían la treta antes mencionada. Cabe mencionar que tal práctica no esta permitida según los estatutos de la FIFA, pues, en aquellos años, se estipulaba una remuneración por transacción al intermediario (en este caso Promanage) no superior al 3 por ciento.